Justicia de paz se extiende a dos comunidades de Ambato y Quero
El turístico y agrícola caserío Los Andes, ubicado en el cantón Patate, fue la primera comunidad de Tungurahua en contar con Justicia de Paz.
Este mecanismo impulsado por el Consejo de la Judicatura, representa una simplificación de los procesos judiciales en sectores rurales a través del diálogo como principal medio para resolver conflictos limítrofes, familiares, problemas en la distribución de agua y malos entendidos personales.
En Los Andes William Vásquez, juez de paz, ha resuelto de forma exitosa hasta el momento cerca de 20 diferentes casos. El modelo exitoso de este sistema que además representa un ahorro de recursos al Estado, al evitar aperturas de expedientes en el sistema tradicional de Justicia, ahora ha sido ampliado a otras comunidades de la provincia.
Se trata de las parroquias de Izamba en Ambato y Rumipamba, del cantón Quero. Néstor Castro y Micaela Valdivieso, jueces de paz de estas comunidades, en ese orden, fueron investidos con este cargo el pasado 12 de noviembre durante la inauguración oficial del Complejo Judicial de Tungurahua.
Así el Consejo de la Judicatura amplía en la provincia la Justicia de Paz, caracterizada además por la gratuidad de sus servicios y agilidad en los procesos.
El 24 de noviembre se realizó la posesión comunitaria de Néstor Castro en Izamba, donde se dieron cita autoridades y vecinos de la parroquia, representantes barriales locales y Linda Amancha, directora provincial del Consejo de la Judicatura.
“Las juezas y jueces de paz ayudarán en sus comunidades a solucionar conflictos mediante procesos de diálogo y consenso ciudadano. Tras casi un año de vigencia de este mecanismo en Los Andes ahora el sistema se extiende a más localidades con el único fin de simplificar el sistema judicial y así mejorar la calidad de vida de los tungurahuenses”, dijo Amancha.
Por su parte Castro explicó que “su labor se enfocará en que las partes involucradas en conflictos lleguen a un consenso aplicando técnicas de conciliación para una solución equitativa, ágil y oportuna”. Otros problemas que los jueces de paz están capacitados para resolver son problemas vecinales, ambientales y comunitarios.
José Luis Acurio, presidente de la junta parroquial de Izamba, aseguró que el flamante juez de paz cuenta con el respeto y apoyo de sus vecinos ya que anteriormente ha ocupado cargos como secretario del Sindicato de Choferes Profesionales, gerente de una cooperativa local de camionetas, presidente del proyecto de agua potable Quillán Alemania – zona Noroccidental, entre otros.
Izamba se encuentra ubicada al norte del cantón Ambato, con una población aproximada de 25.000 habitantes. Se compone de 60 barrios y sus moradores se dedican principalmente al cultivo de hortalizas y legumbres.
La judicatura provincial planifica la posesión comunitaria de la jueza de paz de Rumipamba en próximos días. (I)