Los primeros indicios recogidos por los investigadores, tras la fuga masiva del Centro de Detención Provisional (CDP) de Quito, apuntarían a que el suceso era parte de un plan más complejo que incluía también posibilitar el escape de reclusos de las cárceles 2 y 3 que funcionan en el mismo complejo penitenciario.

El ministro de Justicia (e), José Serrano, adelantó que habría evidencias de un previo contubernio con los directores de la cárcel 2 y el CDP, así como del director nacional de Rehabilitación, para proceder al traslado de manera irregular del sentenciado Mender Sucho Macías, quien purgaba la pena de 25 años de reclusión por ser uno de los tres autores de los disparos que mataron a Jaime ‘La Bestia’ Quiñónez.

Este interno pasó de la cárcel 2, que es un centro de mayor seguridad, al CDP donde ingresan únicamente los contraventores y delincuentes menores que no revisten mayor peligrosidad.

“Esto es algo inaudito, cómo pudieron permitir esa barbaridad”, se preguntó Serrano, quien aseguró que se presentará una denuncia penal contra los directores que ya fueron destituidos de los cargos.

Al parecer este traslado estaría enmarcado en el plan que se fraguaba en el interior de la cárcel 2 y que incluía lograr que Sucho sea trasladado al CDP, lo cual, explicó el ministro, fue aprobado por el director de la cárcel 2, Francisco R., y conocido por el director del CDP, Ramiro O. Además, el traslado fue finalmente autorizado, supuestamente, por el director nacional de Rehabilitación, Galo B.

Serrano señaló que Sucho, quien fue trasladado en noviembre al CDP, sería uno de los principales mentalizadores de la fuga masiva y quien, presuntamente, había amenazado con un cuchillo a uno de los guías antes de la estampida de presos.

Otro de los guías declaró que el domingo en la mañana cuando ingresaban las visitas, alrededor de las 09:00, alguien arrojó una bomba posiblemente lacrimógena, el ruido y el humo motivó el caos y enseguida los detenidos aprovecharon la situación para dirigirse a la puerta principal que estaba custodiada por una mujer guía.

Los reclusos accedieron al corredor lateral y avanzaron, corriendo, hacia la reja de salida donde usualmente hay más guías, pero en ese momento no había nadie, tampoco los 5 policías que resguardan la puerta de rejas negras por la parte de afuera, los internos empujaron a las personas que esperaban ingresar para visitar a sus familiares y huyeron con dirección al mercado de San Roque.

Estas circunstancias fueron consideradas por el fiscal Juan Carlos Núñez, quien en la audiencia de flagrancia acusó a todos los implicados por el delito de evasión, “ya que eran los custodios de los detenidos en virtud de lo cual se los procesó y se solicitó la prisión preventiva para asegurar la presencia de los sindicados en la etapa de indagación previa, antes de convocar a la audiencia preparatoria de juicio”, señaló.

Los familiares de los procesados reclamaron lo que consideran una injusticia “cómo podían controlar a 1.500 presos con solo 24 guardias, mi marido había solicitado que se asigne más personal al CDP desde hace un año, pero no le hicieron caso”, manifestó la esposa del jefe de guías del centro, que recibió medidas alternativas de presentación semanal al juzgado mientras terminan los 30 días de investigación fiscal.

La Policía sigue tras la pista de los demás fugados que ingresaron en el programa de los más buscados. Hasta el momento se han recapturado 19 y faltan aún 36. Por el supuesto cabecilla se ha ofrecido una recompensa.