Índice de homicidios en el país se reduce a un dígito
Las últimas cifras emitidas por el Ministerio Coordinador de Seguridad demuestran que en el país la tasa de homicidios ha bajado a 9,1 por cada 100 mil habitantes, lo cual constituye un récord histórico, ya que en los últimos cuatro años este índice se redujo casi a la mitad, lo que sitúa al Ecuador por debajo del promedio en Latinoamérica.
La cifra se obtuvo sobre la base de un análisis estadístico unificado de las informaciones recogidas por instituciones como la Policía Judicial, Fiscalía, Fuerzas Armadas, entre otras que trabajan en seguridad.
El ministro coordinador de Seguridad, Homero Arellano, resaltó que se alcanzó una reducción sustancial desde inicios del Gobierno de 6,48 puntos en la tasa de asesinatos: “En 2010 estaba en 17,57 y para el siguiente año descendió a 15,36, es decir, conseguimos un decremento de más de dos puntos que ya fue la sorpresa de muchos analistas que opinaban que era muy difícil bajar un punto en estos índices”.
La tendencia fue sostenida y en 2012 se colocó en 12,4 homicidios por cada 100 mil habitantes, es decir, una declinación vertiginosa.
El ministro explicó que en lo que va de este año la tasa se situó en 9,1 -muy por debajo de la media regional- y las proyecciones determinan que se podría estabilizar en 10,9. “Reducimos 1,5 con respecto a 2012, cifra que está contemplada en las metas fijadas por el Gobierno en el Plan Nacional del Buen Vivir”.
Las entidades de seguridad del Estado se han trazado un horizonte en lo que se refiere a este indicador, que se usa por excelencia para medir el nivel de violencia en los países, por lo que esperan hasta 2017 situar la tasa de homicidios en 8 puntos, sin embargo, si continúan en esta línea, Arellano cree que conseguirán una cifra mucho más baja que podría llegar a 5 por cada 100 mil habitantes, lo que ubicaría a Ecuador entre uno de los países con menor cantidad de homicidios.
Los datos son homologados y consensuados en 12 instituciones que ahora conforman el Centro de Análisis de Seguridad Integral, donde las cifras se adecúan al método del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que incursiona también en las cifras delictuales.
En Ecuador hay una data unificada, por eso el ministro llamó la atención a estudios como el del programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el desarrollo, que realiza también análisis de tasas de violencia y que, según su criterio, tiene una visión parcializada y sesgada, ya que califica a la región latinoamericana sin hacer un análisis más extenso y comparativo en un contexto hemisférico.
Por poner un ejemplo, la tasa de homicidios en ciudades de Estados Unidos, como Nueva Orleáns, supera a la de Honduras, mientras que la de Ecuador es mucho menor a la de homicidios en Houston, Miami, Baltimore o Washington, según los datos emitidos por el Martin Prosperity Institute, de la Universidad de Toronto, a partir de fuentes oficiales de EE.UU.
Este logro en la baja de homicidios en el país es el resultado de un trabajo sostenido que se origina en las políticas gubernamentales de lucha contra la pobreza, la generación de fuentes de trabajo, así como la inversión sin precedentes en infraestructura y equipamiento de la Policía Nacional, señaló el ministro.Las cifras también responden a las profundas reformas al sistema de justicia y rehabilitación social, el nuevo modelo de gestión desconcentrado de la Policía, la participación activa de las Fuerzas Armadas en la seguridad ciudadana en el ámbito de sus competencias, la implementación del sistema de seguridad ECU-911, considerado uno de los mas modernos de toda América y un referente a nivel regional.
Arellano sostuvo que otro de los aciertos en el tema de la seguridad ciudadana han sido los controles de armas, ya que esto ha incidido que se baje de 1.204 homicidios por arma de fuego en 2012, a 861 registrados hasta octubre de 2013.
“Somos uno de los pocos países que tienen una política clara de prohibición de porte de armas de fuego, que son de exclusivo uso de la Policía y FF.AA.”, indicó.
Las políticas integrales incluyen al sistema penitenciario que contará con tres nuevos centros. “Son ciudades carcelarias para alojar a los privados de libertad que, además de ser seguras, colaboran en la aplicación de una verdadera rehabilitación social”, destacó Arellano.
También se refirió al trabajo de los operadores de justicia, como fiscales, jueces o la creación de unidades de flagrancia que también son puntales en la reducción en la tasa de homicidios, consolidándose en una política pública interna que hace base en el ser humano y sus necesidades. “Logramos bajas sustanciales que nos ubican en un puesto de expectativa en la región”.
