Autoridades controlan incidentes en cárceles de cuatro ciudades del país
El crimen de William Humberto Poveda Salazar, alias “El Cubano”, quien permanecía en una de las celdas del centro de rehabilitación social Regional Guayas, fue producto de una venganza anunciada.
El jueves 30 de mayo se registró en la Penitenciaría del Litoral una revuelta en la que perecieron a bala seis privados de la libertad y uno de ellos fue incinerado.
Los enfrentamientos se suscitaron por la disputa de territorio para la venta de sustancias prohibidas.
La tarde de ayer, en los interiores de la Regional, en un video se observó a un preso disparando con un arma de fuego.
De las primeras informaciones se conoció que Poveda fue baleado, decapitado e incinerado.
Poveda, sentenciado a 25 años de prisión por el delito de asesinato, se encontraba en el área de seguridad máxima especial y las autoridades estudiaban su traslado a mínima seguridad, lo que no se cumplió.
Además, dos policías fueron tomados como rehenes, pero luego los rescataron y trasladaron a centros de salud.
Los incidentes no solamente ocurrieron en el recinto penitenciario de Guayaquil, ya que la mañana de los privados de la libertad de las cárceles de Turi, en Cuenca (Azuay); de Latacunga (Cotopaxi); y de Portoviejo (Manabí), se declararon en huelga de hambre.
La ministra del Interior, María Paula Romo, indicó que los incidentes fueron superados en los centros penitenciarios, donde la Policía y el personal de las Fuerzas Armadas intervinieron.
El servicio nacional de atención a adultos privados de la libertad aseguró anoche que no hay huelga de hambre en el Turi.
Hasta el cierre de esta edición, en la Regional Guayas mantenían el control los grupos especiales de la Policía, así como los militares.
Los familiares de los presos esperaban noticias de las autoridades.
Las investigaciones de la Policía y de la Fiscalía determinarán cómo llegaron las armas de fuego al interior de la cárcel. Habrá requisa en los pabellones. (I)