Incendio en otra clínica clandestina sacude a Guayaquil
Uno de cada 10 escolares ecuatorianos de entre 12 y 17 años de edad ha probado alguna sustancia sujeta a fiscalización: marihuana, pasta de cocaína o heroína. La cifra oficial corresponde a 2017.
Ese mismo año, por su parte, la estadística referente a los jóvenes universitarios registró que tres de cada 10 consumía alguna droga.
El uso de cualquier estupefaciente o psicotrópico “es el camino hacia una enfermedad denominada drogadicción”, sostiene el médico psiquiatra Gustavo Badillo.
Cifras del Ministerio de Salud (MSP), levantadas en 2017, indican que en el país 270.000 hombres y mujeres son adictos a las drogas. Las 18 personas que, recientemente, fallecieron en el incendio de una clínica de rehabilitación de Guayaquil son parte de esa estadística.
Cuando alguien desarrolla una adicción, su organismo experimenta cambios físicos, psicológicos, sociales y fisiológicos que exigen un tratamiento médico especializado. ¿Cómo? Internar al paciente es el principal procedimiento, agrega el galeno. Del total de consumidores dependientes de drogas, 12.000 requieren internamiento.
Esta atención se brinda en los 12 Centros de Especialización de Tratamiento de Consumo Problemático de Alcohol y otras Drogas (Cetad) que hay en Ecuador. A la par con estos sitios estatales operan las clínicas privadas.
Jenny Díaz, presidenta de la Asociación de Centros de Rehabilitación del Guayas (Cetad), dice que hasta antes de la exigencia de un permiso otorgado por la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess), en Ecuador atendían 150 centros legales. “En 2017 se constató que los ilegales doblaban a los que contaban con alguna licencia”.
En la actualidad, 37 centros, entre públicos y privados tienen el aval de la Acess. Esa licencia no incluye medidas de seguridad como salidas de emergencia o el uso de extintores en los locales. Por ello y frente al incendio del centro que funcionaba sin autorización, Díaz informó que también deberán sacar un permiso de los Bomberos.
El inconveniente con esa licencia es que se otorga a través del indicador: uso del suelo. “Ese tipo de permiso no se da a las clínicas de rehabilitación”, señaló.
Además de esas acreditaciones, estos espacios se ajustan a los lineamientos del MSP: vigila que no se violen derechos humanos pero no emite ninguna autorización.
Hasta hace poco los tratamientos de adicciones incluían castigos y privación del sueño y comida. Así lo recuerda Luis Mejía, psicólogo de un centro de rehabilitación de la capital. El especialista defiende el tratamiento ambulatorio. Argumenta que no todos los casos requieren encierro. A escala nacional hay 743 puntos para este tipo de atención.
La activista Silvia Buendía coincide con Mejía y resalta que el Reglamento del MSP establece “el no encierro de las personas adictas, y mucho menos en contra de la voluntad de la persona”.
El jurista Miguel Guerrero especifica que la Ley nacional autoriza la internación forzosa de un adicto. Esta se da en casos extremos y requiere la autorización previa de un juez. (I)
Cronología
En el Ecuador, las denuncias y los hechos dan cuenta de hombres y mujeres víctimas de encierros y aislamiento; torturas físicas y psicológicas; humillaciones; mala alimentación; privación de sueño; descargas eléctricas; y “violaciones correctivas” para “rehabilitarlos” del consumo de drogas e, incluso, de su preferencia sexual. Los casos se tornan mediáticos cuando ocurren tragedias como la registrada este 11 de enero en una clínica clandestina de Guayaquil, que dejó 18 muertos.
16 /Mayo 2019
David Romo desapareció después de tomar un bus en el norte de Quito. El 25 de enero de 2018 se realizó la reconstrucción de los hechos del supuesto asesinato del joven en una clínica clandestina de rehabilitación, ubicada en el sector de la Pisulí.
La diligencia se llevó a cabo con base en las declaraciones de Juan E., quien en primera instancia constaba como testigo protegido y en versiones anticipadas detalló que Romo fue asesinado en ese lugar.
Sin embargo, el día de la reconstrucción de los hechos se acogió al derecho al silencio. Han pasado 6 años y no se establecen responsables sobre este caso.
29 /Junio 2017
Un joven de 15 años se suicidó dentro de un centro cristiano de rehabilitación en Guayaquil. El lugar fue clausurado por falta de médicos especialistas, y salubridad.
19 /Noviembre 2018
Tras un incendio presuntamente provocado y que causó la muerte de un paciente, la Clínica Renacer con Esperanza, en la Isla Trinitaria, sur de Guayaquil, fue clausurada. (I)