En estado de shock se encontraba aún Mireya Caicedo Quiñónez, de 23 años, cuya hija -de tres- murió quemada en un incendio que la tarde del martes 5 de junio consumió cinco casas en la cooperativa de vivienda Trinidad de Dios, en el noroeste de Guayaquil.

La mujer había dejado sola a la criatura para ir a recoger a su hija mayor, de 7 años, a una escuela de la zona.

El gobernador del Guayas, José Francisco Cevallos, visitó el miércoles 6 de junio el sitio de la tragedia y anunció la donación de cinco casas de caña para los 12 adultos y tres niños que se quedaron sin hogar. Además, según Pamela Bravo, familiar de los afectados, el Gobierno costeará los gastos mortuorios de la niña.

La mujer, de 32 años, reveló también que la menor muerta no estaba inscrita en el Registro Civil.

Bravo y otros vecinos de la zona coincidieron en que el fuego empezó por un cortocircuito en la casa donde estaba la pequeña, dormida. Mientras tanto, la Corporación de Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG) entregó kits de limpieza, menaje de cocina y alimentos.

División de Gestión de Riesgos del Municipio de Guayaquil también se hizo presente en la zona y empezó la tarea de remover escombros, compactación del terreno y posterior levantamiento de las cinco casas conseguidas a través de la Fundación Globals.

El ingeniero Juan Ramírez, director de Gestión de Riesgos Municipal, añadió que la ayuda humanitaria también llegó a las tres familias de la zona que acogen a los damnificados hasta que las viviendas estén listas. “Ellos recibieron comida y utensilios de cocina”.

El programa Mi Tienda Solidaria de la Prefectura del Guayas ayudará a una de las familias afectadas por el fuego, que perdieron una pequeña abacería que habían instalado. “Vamos a equipar la tienda”, dijo Enrique Guerrero, coordinador del Consejo Provincial.

Según Guerrero, este jueves 7 de junio una de las casas estará lista para ser habitada por una de las familias damnificadas y las otras cuatro en menos de 72 horas. (I)