Un incendio de grandes proporciones se registró alrededor de las 17:00 de ayer en el ala 13 de la terminal de transferencia de víveres de Guayaquil, donde está asentado un galpón con 44 bodegas para el almacenamiento de abarrotes.

El fuego, informó el jefe del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, Martín Cucalón, no fue sofocado sino hasta después de dos horas porque tuvieron que romper las seguridades en los cerramientos de los locales, lo que dificultó el trabajo de más de 500 bomberos, entre voluntarios y rentados, que acudieron a la emergencia.

El galpón, que tiene más de 2.000  metros cuadrados y en cuyos locales  había  materiales de alta combustión, como   alimentos, jabones, aceites, mantecas, empaquetados en  fundas de plástico, cartones y sacos de polipropileno, se destruyó casi por completo, indicó Esteban Amador, administrador del lugar.

La incineración de productos tóxicos, muchos derivados del petróleo, ocasionó una intensa humareda negra que se divisada a varios kilómetros de distancia.

Fueron 34, de 44 locales que tiene el galpón, que se destruyeron a consecuencia del fuego, cuyo origen aún no ha sido determinado.

Cucalón indicó que los peritos de la Unidad de Incendios y Explosivos de la Policía Judicial son los encargados de determinar las presuntas causas del siniestro. Hasta el lugar llegaron 80 unidades de combate, abastecimiento, rescate, ambulancias y aproximadamente 500 bomberos, informó el oficial, quien añadió  que varios de ellos resultaron con síntomas de asfixia.

Los comerciantes no resultaron heridos porque a esa hora no había despacho, ya que se lo realiza desde las 02:00 hasta el mediodía.

Amador indicó que esperarán a la compañía de seguros para que avalúe las pérdidas materiales.