Videos obscenos pueden costar hasta 25 años de cárcel
En más de una ocasión, los vídeos de bailes entre estudiantes de colegios de Guayaquil han causado polémica. Las imágenes conllevan contenido morboso, lo que ha desencadenado una serie de comentarios negativos en la sociedad. Pero, ¿qué dice la ley al respecto?
Este tipo de hechos están tipificados en el Código Penal como corrupción de menores. Aparece en el Capítulo tercero, artículo sexto innumerado. Este delito está sancionado por la ley con prisión de 1 a 3 años, siempre que quien grabó el vídeo sea mayor de edad.
Y si los menores dan su consentimiento para que se hagan esas tomas, ese “permiso” es inválido, según las leyes ecuatorianas. En caso de que la grabación sea realizada por un menor de edad, éste deberá ser sancionado con medidas educativas y disciplinarias, pero no con reclusión.
Si el que grabó el video es menor de edad, podría ser sancionado con medidas educativasLuz Paz y Miño, fiscal de la Unidad de Delitos Sexuales, explica que, dependiendo del tipo de imágenes, también pueden ser tomados como espectáculos obscenos, ya que de esta manera se vulnera la sexualidad de los menores.
En el caso de los vídeos que circulan en Internet con bailes de adolescentes con uniformes supuestamente de colegios como el Veintiocho de Mayo, Vicente Rocafuerte, Aguirre Abad e Ismael Pérez Pazmiño, estos tienen imágenes de chicos bailando con poses sexuales.
Pero en la red no solo circulan tomas de estudiantes bailando. Hay una grabación de dos chicas de un colegio besándose en uno de los cursos del plantel. Otro vídeo muestra a una menor de edad con el uniforme de su colegio teniendo relaciones sexuales.
La fiscal Paz y Miño destaca que esto puede ser tomado como pornografía infantil, ya que cumple los requisitos para ser tipificado así: producir un vídeo, almacenarlo y publicarlo. “Este vídeo sí puede catalogarse como pornografía infantil, ya que se ve el órgano sexual de la menor. Esto es sancionado con reclusión mayor de 6 a 9 años”, indica.
“Hay casos de menores que son perseguidas al salir del colegio y luego son violadas. De ahí puede haber salido algún vídeo”
Luz Paz y Miño
Fiscal de Delitos SexualesEl asunto toma otra matiz si es que quien graba el video de la relación sexual también interviene. “Si la persona tiene relaciones sexuales con la menor, eso ya es considerado violación, por más que la menor haya dado su consentimiento. En este caso la pena sería de 16 a 25 años de reclusión. Si quien hace el vídeo es menor de edad la pena máxima es de 4 años”, manifiesta Paz y Miño.
La Fiscalía del Guayas se encuentra investigando varios casos de menores de colegios de Guayaquil que son perseguidas a la salida de clases. Las chicas indican haber sido drogadas y luego violadas. Según los exámenes toxicológicos, presentan rastros de escopolamina. “Las chicas están en un programa de protección de testigos. Ellas indican que recuerdan haber sido grabadas, talvez en ese momento se filmó alguno de estos vídeos”, dice Paz y Miño.
ESPAÑA VIVE UN CASO SIMILAR CON MENORES
Una adolescente de 14 años fue detenida en España por la distribución de un vídeo sexual donde se ve a una menor de 13 años grabándose a petición de un amigo que quería ridiculizarla.
La menor de edad fue detenida “como presunta responsable de los delitos de pornografía infantil y violación de la integridad moral”, informó la Policía española en un comunicado.
El chico, de 13 años, no fue arrestado porque en España no se considera legalmente responsable a una persona de menos de 14 años. “La víctima, de 13 años de edad, se grabó en actitud erótica con su propio teléfono móvil debido a la insistencia de un compañero, quien únicamente pretendía burlarse de ella”, aseguró la Policía. La niña cayó en la trampa del chico, por quien ella sentía “cierta atracción”.
El vídeo fue rápidamente distribuido entre los alumnos del colegio a través de aplicaciones de mensajería instantánea gratuita, muy utilizadas en España. “Ya son varios los casos ocurridos en el último año de fotos y vídeos de carácter sexual protagonizados por jóvenes que luego se propagaban de forma viral por venganza personal o chantaje sexual”, señaló la Policía, alertando sobre la práctica.
La Brigada de Investigación Tecnológica recordó que los actos que se cometen “contra la intimidad y el honor” son un delito y el hecho de “compartir actos o imágenes íntimas puede ser un error con efectos casi irreversibles, ya que a Internet le cuesta olvidar”.