Fuego aún no es controlado en áreas de bosque protector
Tras más de cuarenta y ocho horas de haberse iniciado el incendio en el bosque protector Cerro Colorado, los miembros bomberiles aún no logran sofocarlo en su totalidad, lo que preocupa a las autoridades y habitantes que circundan esa área forestal, ubicada a un costado de la autopista Terminal Terrestre-Pascuales.
Por la falta de senderos en el lugar que abarca 325,43 hectáreas, los carros cisterna no pueden llegar hasta el origen de las llamas, por lo que usualmente conectan diversas mangueras (a manera de extensiones) para sofocar el fuego. También retiran la vegetación en los tres metros próximos al área del incendio para restarle así material combustible.
Jorge Narváez Ochoa, director del Departamento de Medio Ambiente del Municipio de Guayaquil, indicó que es muy probable que el incendio haya sido premeditado, puesto que los constantes asentamientos informales o invasiones traen como consecuencia la quema, tala y destrucción de la vegetación del cerro, que fue considerado bosque mediante acuerdo ministerial en 2005.
A esa conclusión llegó el funcionario municipal al observar los diferentes focos del siniestro (presencia de llamas) que aparecen de manera distante unos de otros y que hasta el momento han destruido alrededor de 40 hectáreas de bosque.
James Pérez, director del Jardín Botánico, relató que el fuego y la constante humareda mantienen a los moradores de las cuatro ciudadelas que rodean el cerro: del Maestro, Valle de los Geranios, Bella Unión y Metrópolis, en zozobra, puesto que temen verse afectados.
Pérez indicó que el fuego ha avanzado hasta áreas que están muy cercanas a esas zonas residenciales.
Por su parte, descartó que el jardín botánico se haya visto afectado de algún modo, ya que él junto con el personal que labora en el lugar activaron el sistema de emergencias contra incendios y trabajan coordinadamente con los bomberos.
Agregó que varios animales como las pacharacas (pavas de monte), ardillas, algunos reptiles y varias especies de aves que hacen del bosque protector su hábitat, han migrado y se refugiaron en el jardín botánico.
Pérez atribuyó a la resequedad de los arbustos y al fuerte viento de las noches el que el fuego se haya propagado con facilidad.
Cerro Colorado fue administrado por el Ministerio de Ambiente hasta 2004. En ese año el Cabildo guayaquileño asumió su manejo.
Este bosque protector forma parte de las siete reservas ecológicas que tiene Guayaquil.