Fraude informático se multiplica en tres años
En julio de 2011 la presidenta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), Marcela Miranda, denunció el desvío de 20 mil dólares de las cuentas bancarias de 47 funcionarios de esa entidad.
Según la denuncia presentada ante la Fiscalía de Pichincha, el dinero desapareció de las cuentas de los empleados a través de transferencias realizadas al exterior.
José Vásquez, abogado patrocinador de los afectados, señaló en días posteriores al hecho que las cuentas de los funcionarios estaban de diez bancos distintos, entre ellos, Guayaquil, Pacífico, Pichincha, Amazonas, Machala y Produbanco, cuyos montos retirados fueron entre los 2 y 50 mil dólares.
El caso aún es investigado por la Fiscalía, que recibió además en esos días otras 15 denuncias por un delito similar, por parte de empleados de la Secretaría Técnica de Capacitación y Formación Profesional y de la Contraloría General, cuyo perjuicio ascendía a los 8 mil dólares.
Esos son algunos de los casos de delitos informáticos que han trascendido en el país, donde uno de los sectores más afectados es el financiero, perjudicando no solo el patrimonial del Estado sino también el de centenares de clientes desde 2009, cuando se empezó a hablar de esa modalidad delictiva.
Desde entonces, las autoridades han registrado un incremento de denuncias hasta situarse en 4.287 casos. Esa cifra contempla los robos denunciados hasta junio del presente año, pero existiría un subregistro de aquellas personas que no reportaron la pérdida.
Los delitos informáticos tienen un apogeo mundial y Ecuador no es ajeno a esa tendencia, señaló el fiscal General del Estado, Galo Chiriboga, quien enfatizó que ese podría ser un gran problema en el futuro si no se logran identificar claramente los tipos penales de los delitos que se cometen a través de la tecnología.
Chiriboga manifestó que el Código Penal Integral -cuyo proyecto actualmente es analizado por la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional- permitirá identificar y sancionar esos nuevos tipos de infracciones, y para eso la Fiscalía junto con la Superintendencia de Bancos y Seguros (SBS) ha elaborado un nuevo catálogo de los delitos informáticos que más incidencia tienen en el país.
El director de Tecnologías de la Información de la Fiscalía, Jorge Luis San Lucas, informó que entre los delitos identificados está el conocido ‘pishing’, que consiste en la creación de páginas web falsas de bancos para obtener datos de los clientes y así ingresar a las cuentas reales y robar dinero.
Dijo que se está dando con fuerza el ataque a los cajeros automáticos, por medio del ‘skiming’, el cual consiste en la colocación de dispositivos externos al cajero que sirven para copiar las claves de las tarjetas y clonar las bandas magnéticas.
Además, constan en ese listado, la revelación ilegal de base de datos, los daños informáticos, la obtención de información no autorizada, modificación e inutilización de programas, los delitos contra la información pública empleando diversos medios informáticos para su ilegal obtención, manipulación o distribución para fines ilícitos.
Chiriboga manifestó que no solo es importante tener los tipos penales adecuadamente concebidos sino que también la Fiscalía necesita contar con una infraestructura tecnológica que permita estar, al menos, al mismo nivel de aquellos que por la vía delictual acceden a esa tecnología.
El experto de la Fiscalía señaló que la ‘ciberdelincuencia’ se escuda en el anonimato y con tan solo una computadora con conexión a Internet puede operar, ya sea a la vuelta de la esquina como al otro lado del mundo, siendo, justamente, el extranjero el origen de muchos de los delitos cometidos en el país.
César Robalino, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador, manifestó que la banca ha venido tomando una serie de medidas, dentro del marco de las regulaciones de la SBS, para asegurar los productos que por los medios informáticos el sector bancario ofrece a los clientes. Entre esas medidas. indicó el dirigente, están las campañas de información “Saber es poder”, a través de los medios de comunicación y por las redes sociales, con el propósito de alertar a los clientes para que tengan cuidado sobre estos delitos.
Informó, además, sobre el proceso de cambio de tecnología para las tarjetas de crédito, al migrar de las estándares con bandas magnéticas a inteligentes con chips. Inversión que realiza la banca a pesar del no cobro por tarjeta, refirió Robalino.