Un equipo élite siguió y acabó con “Guacho”
En las últimas semanas Walter Arizala, alias “Guacho”, decidió alejarse de la frontera con Ecuador. Acorralado por los constantes operativos de militares y policías colombianos quiso esconderse en la vereda de Peña Carranco.
Esta es una zona boscosa y de difícil acceso en el corregimiento de Llorente, en Tumaco. Pero hasta estas montañas lo siguieron agentes de Inteligencia colombiana, que de acuerdo con los partes, lograron infiltrarse sin ser vistos por su gente de seguridad.
Esa información fue usada para desplegar el operativo Perla IX, cuyo objetivo era neutralizar a “Guacho” e incautar material bélico y elementos tecnológicos de propiedad de la narcoguerrilla del Frente Oliver Sinisterra.
“Guacho” y sus hombres protagonizaron un capítulo de violencia nunca visto en Ecuador. En noviembre de 2017 atacaron con granadas a una patrulla de policías en la frontera con Colombia.
Dos meses después hicieron estallar un cochebomba en el destacamento policial de San Lorenzo; asesinaron a cuatro militares con una bomba en Mataje; luego secuestraron y asesinaron a tres periodistas (Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra) y a la pareja Óscar Villacís y Katty Velasco.
En Colombia, el Frente Oliver Sinisterra era acusado de asesinatos a campesinos, como el ocurrido en la vereda Tandil, donde fueron acribilladas seis personas y otras 15 resultaron heridas.
De esta manera “Guacho” se convirtió en el hombre más buscado por los gobiernos de Ecuador y Colombia.
Su captura parecía una misión complicada. En septiembre pasado se anunció que fue herido en un combate, pero luego esa noticia quedó sin confirmarse. Enseguida se conoció que un chaleco frenó la bala de un francotirador.
Los meses pasaron y los agentes de Inteligencia colombiana seguían su rastro, interceptando teléfonos celulares y siguiendo a personas que tenían contacto con la narcoguerrilla. Gracias a esta información lograron determinar la ubicación exacta del campamento de “Guacho”.
Él escogió el corregimiento de Llorente, porque aparentemente era seguro, ya que es una zona de influencia de Carlos Landázuri, conocido como “Fabián” o “El Gringo”, él número dos del Frente y uno de sus hombres de mayor confianza.
La mañana del viernes pasado, integrantes del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Armadas de Colombia (equipo élite conformado por miembros del Ejército, Marina y Aviación), de la Policía y Fiscalía 12 de Pasto efectuaron el operativo Perla IX.
Se adentraron en la selva y con el apoyo aéreo de aviones SuperTucano del Ala de Combate Número 7 de Cali arrinconaron a los hombres de alias “Guacho”.
En el combate fue abatido él y otro hombre conocido con el sobrenombre de “Pitufin”. Según Inteligencia colombiana, él era cabecilla de la escuadra de seguridad de “El Gringo” y el encargado de la protección de las rutas de la droga.
Varios testimonios ubican a “Pitufin” en el asesinato de los periodistas ecuatorianos de diario El Comercio, Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra. Él supuestamente era el encargado de cuidar a los reporteros mientras se encontraban en cautiverio en la selva colombiana. También fue uno de los que disparó para asesinarlos en abril pasado.
En la noche del viernes, el presidente colombiano Iván Duque, quien salía de un encuentro con alcaldes de su país, ya sabía los resultados del operativo Perla IX.
“Podemos confirmar que cayó alias ‘Guacho’, uno de los más horrendos criminales que haya conocido nuestro país. Ha sido abatido por los héroes de Colombia. Le dije al pueblo ecuatoriano que el crimen de los tres periodistas no quedaría en la impunidad. Es un logro de todo un país”, señaló con orgullo.
Once años de vida criminal de “Guacho”, desde que se unió a las FARC, llegaron este 21 de diciembre a su fin. (I)