En un incendio mueren dos niños y sus abuelos
Un incendio registrado la madrugada de ayer en un inmueble situado en las calles José de Antepara y Chambers, sur de Guayaquil, dejó cuatro personas fallecidas, entre ellas, dos menores de 3 y 7 años.
El suceso ocurrió alrededor de la 01:30, cuando los ocupantes de la vivienda dormían. Según los bomberos, un cortocircuito en el acondicionador de aire, instalado en el mezzanine, habría sido la posible causa del desastre.
Los hermanos Justin Loor Tapia, de 3 años, y Candy Rosario Tapia, de 7, murieron asfixiados y fueron hallados por los bomberos abrazados debajo de una cama.
Las otras dos víctimas son los abuelos de los menores y propietarios del inmueble, identificados como Nelson Tapia, de 47 años, y Graciela Acosta, de 45.
Lorena Pacheco, moradora del sector, relató que la muerte de los adultos y sus nietos se dio porque no tuvieron una vía de escape, puesto que las puertas eléctricas se bloquearon cuando se produjo el cortocircuito, además, en todas las ventanas del mezzanine, donde pernoctaban, había rejas.
Enrique Zambrano, otro vecino que estuvo en los momentos que sucedió el hecho, relató que era desgarrador escuchar a Javier Tapia, de 28 años de edad e hijo de los fallecidos, pedir auxilio para que rescaten a sus padres y sobrinos.
El hombre gritaba desde una de las ventanas del primer piso de la vivienda y lanzó las llaves de la casa para que los vecinos ingresaran, pero ellos solo pudieron abrir la puerta del cerramiento, mas no la interior, por el bloqueo eléctrico que tenía.
Los vecinos lograron lanzarle una soga, con la que el hombre pudo salir, no obstante, el aparatoso descenso le produjo un fuerte golpe en una de las piernas, por lo que fue llevado a una casa de salud.
Mientras tanto, los bomberos, cuya llegada se dio en no menos de 30 minutos desde que se notificó del evento, según varios de los moradores, refrescaron las paredes con chorros de agua e incursionaron en la vivienda abriendo las puertas con mandarrias (combos), pero los cadáveres de los ocupantes, evidenciaron su demora.
Retiraron los cuerpos de los adultos e indicaron que no había nadie más en el interior, pero la insistencia de los moradores, que conocían del número de personas que allí habitaban, les hizo regresar al inmueble. A los pocos minutos sacaron a los niños.
Margarita Chalén, allegada de las víctimas, indicó que la pareja de esposos fallecida era propietaria del jardín de infantes y escuela “Arco Iris Infantil”, que desde hace más de 10 años funciona en el inmueble.
En ese centro educativo estudian muchos de los niños que habitan en el sector, quienes en compañía de sus padres, acudieron hasta el lugar, debido a la ausencia de clases.
“Me da mucha pena lo que ha pasado, yo conocí a los señores desde hace muchos años, inclusive mi hijo, que tiene 20 años, terminó su primaria aquí”, relató Marjorie Posligua, entre sollozos.
Ivette Tapia, hija de los fallecidos y madre de los pequeños, llegó cerca del mediodía de ayer, procedente de Estados Unidos, donde reside desde hace más de 2 años.
Otros familiares relataron que Ivette tenía planificado, el próximo año, llevarse a sus hijos, pero ese anhelo fue también incinerado por el fuego que le quitó la vida a sus vástagos.
Alumnos del Instituto Superior Leonidas García también acudieron al lugar del incendio, puesto que el fallecido (Nelson Tapia) era profesor del plantel.
Representantes de organizamos como la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), Ministerio de Salud y Educación, llegaron al lugar para evaluar los daños y canalizar la ayuda respectiva a los perjudicados. Sin embargo, por registrarse pérdidas humanas, los personeros de la SNGR indicaron que coordinarán las acciones necesarias para asistir a sus allegados.
Los restos, según informaron los parientes de los fallecidos, serán velados en el inmueble donde funciona la escuela, esto es a menos de 50 metros de donde se produjo el incendio, para posteriormente efectuarse su sepelio.