En taxis “exprés” roban $ 809.000 en dos años
Era la mañana del 21 de octubre de 2011 cuando -a la altura de la avenida de las Américas y Luis Plaza Dañín- los gritos de un hombre alertaron al sector. “¡Auxilio! ¡Auxilio! nos están asaltando”, exclamó Édgar M. momentos en que lograba bajarse del taxi en el que se movilizaba junto con su hija de 16 años.
Ambos fueron sometidos por delincuentes luego de que solicitaran una carrera para dirigirse a su domicilio situado en Mapasingue.
Durante el trayecto, el vehículo fue interceptado por un auto Aveo, color crema, del que se bajaron dos sujetos para posteriormente abordar el taxi, en el que se transportaban, con el fin de sustraer sus pertenencias: dinero, un anillo, un reloj y tarjetas de crédito. Uno de los antisociales -identificado como Josué Salomón González Alarcón- procedió a rastrillar el arma que portaba para posteriormente comenzar a manosear a la menor.
Al darse cuenta del riesgo que corría su hija, Édgar decidió escapar del carro para luego pedir ayuda, no sin antes intentar sacar a la adolescente del taxi. Y sí lo logró. “Al verse acorralados, los delincuentes salieron en precipitada carrera”, narró el denunciante en el juicio.
No obstante, Salomón González pudo ser capturado y llevado ante la justicia que -el 5 de marzo pasado- le impuso una pena de seis años de reclusión menor ordinaria.
El caso de Édgar es uno de los 1.432 secuestros exprés que se denunciaron en los últimos dos años (2010-2011), en Guayaquil, y que dejaron pérdidas para las víctimas que ascienden a los 809.304 dólares.
Esta cifra la revela el Observatorio de Seguridad Ciudadana de Guayaquil (OSCG) al realizar un análisis basado en las denuncias de los 902 perjudicados que durante ambos período detallaron los montos económicos sustraídos en el secuestro.
Propuestas contra delitos
El coordinador del OSCG, Bernardo Ovalle, detalla en el estudio una serie de recomendaciones que podrían servir para reducir el cometimiento de actos ilícitos. Una tiene relación con controles más estrictos a los conductores de taxis amarillos, como exigir el récord policial como principal requisito para que puedan ofrecer el servicio.
Además de los requisitos necesarios para conducir un taxi, como ser chofer profesional, detalla Ovalle en el informe.
Otra alternativa es que cada cooperativa lleve un registro actualizado de los choferes con el fin de que la información sea entregada a las instituciones responsables de la seguridad para los procesos de investigación.
A criterio del coordinador del OSCG, el exigir un uniforme para los conductores que permita identificar fácilmente la cooperativa de taxis y el nombre del conductor sería beneficioso en estos casos.
Daniel Adler, experto en Seguridad y Antiterrorismo, indicó que la forma de operar de las bandas no solo está enfocada en el uso de taxis amarillos, ya que otros delincuentes recorren los barrios residenciales en espera de detectar una víctima para robar su vehículo y secuestrarla.
Detalló que una vez retenida la víctima continúan circulando por la ciudad para maltratarla física y sicológicamente y así obligarla a que revele la dirección de su domicilio, con el fin de robar las demás pertenencias.
“Ya en la casa, la víctima es obligada a disimular y ordenar al guardia de la urbanización que abra el portón”, recalcó el experto. “Existen ya varios casos y se sospecha que es la misma banda de delincuentes que opera tanto en Quito como en Guayaquil”, acotó.
Recomendaciones
Adler recomendó que antes de salir del domicilio se debe chequear por la ventana y con la luz apagada (para no ser visto desde afuera) el entorno de la cuadra. Así, explicó, el ciudadano podrá detectar algún vehículo sospechoso o personas que no sean de la urbanización.
Acotó que es importante -en el vehículo- cerrar con traba las puertas y asegurarse de que los vidrios estén herméticamente cerrados. “Durante el traslado en el vehículo se debe observar lo que ocurre a su alrededor, especialmente actitudes sospechosas de individuos dentro de vehículos aledaños, más aún cuando estos lo han seguido durante un trayecto superior a más de cuatro cuadras”, relató.