Empresario sentenciado en el caso Sobornos informó a los jueces su entrega voluntaria
En la Corte Nacional de Justicia (CNJ) ingresó un escrito de parte del empresario Pedro Vicente Verduga Cevallos, una de las 20 personas sentenciadas en el caso Sobornos 2012-2016.
El documento, con fecha del 16 de septiembre, manifiesta a los Jueces de la Sala Penal de la CNJ, su intención de cumplir la sentencia de 8 años en calidad de autor directo por delito de cohecho agravado.
"No estoy de acuerdo con la injusta condena que me fue impuesta por ustedes, pero como ha sido confirmada por el tribunal de apelación y por la corte de casación, se encuentra ejecutoriada. Me han convertido así en reo de la justicia, pero moralmente conservo la frente en alto, mi dignidad y mis creencias", detalló en el escrito.
Verduga añadió que es un ciudadano respetuoso del régimen democrático y advirtió que las sentencias que imponen los jueces deben cumplirse. Señaló que le queda como último recurso acudir a la Corte Constitucional (CC), mientras tanto "de manera formal y expresa me presento voluntariamente a cumplir la pena", expresó en el escrito, que fue presentado por su abogado José Luis Vásconez.
Verduga es propietario de la constructora de Equitesa y fue señalado por la Fiscalía como una de las empresas que entregó dinero a altos funcionarios del régimen de Rafael Correa, a cambio de la adjudicación de obras.
En sus declaraciones en la audiencia de juicio, el empresario indicó que en 2013, le exigieron un millón de dólares, ya que su empresa fue seleccionada para hacerse cargo de la obra multipropósito Chone.
Verduga especificó que el mensaje provino de Walter Solís, exsecretario del Agua, quien también fue sentenciado a ocho años de prisión, pero se encuentra en calidad de prófugo.
A decir del empresario, la orden vino de parte del exvicepresidente Jorge Glas, quien también fue sentenciado al mismo tiempo de prisión, al igual que al expresidente Rafael Correa, declarado prófugo de la justicia.
El empresario detalló además que se encuentra asilado en la habitación 308 del tercer piso en el Omni Hospital, en Guayaquil, con un grave quebranto en su salud, debido a las comparecencias, las presentaciones ante la autoridad, la cobertura de la prensa e incluso el linchamiento en las redes sociales.
"No busco victimizarme de ninguna manera, sino informar al Tribunal sobre la realidad de los hechos", detalló el empresario. (I)