El rol del brigadista tiene nuevas reglas
Los brigadistas barriales no podrán ejercer la violencia ni el patrullaje en los sectores donde habitan. Así lo indicó Johnny Mendoza Sánchez, presidente de la Federación Nacional de Brigadas Barriales de Seguridad Ciudadana del Ecuador, quien señaló que la función de las brigadas se limitará ahora solo a la “prevención temprana”, es decir que no portarán armas ni toletes y “se convertirán en los ojos y oídos de la Policía Comunitaria”.
El dirigente llegó a esa conclusión tras hacer mención del Art. 12 del Acuerdo Ministerial Nº 1845, en el cual se reconoce oficialmente a las brigadas barriales y se establece que los temas inherentes a su trabajo serán coordinados en el país, entre el Viceministro de Seguridad, los gobernadores, los líderes de las brigadas barriales y la Policía Comunitaria.
Según el articulado, está totalmente prohibido a los brigadistas que conforman las Brigadas Barriales de Seguridad Ciudadana el uso de cualquier tipo de armas de fuego, armas blancas o instrumentos contundentes (toletes) y actividades para restablecer el orden público que son competencia propia de la Policía. En otras palabras, el reglamento prohíbe aplicar la justicia por mano propia, explicó Mendoza.
Lino Proaño, jefe del Comando Provincial de Policía del Guayas, indicó que las 221 Unidades de Policía Comunitaria y las 200 brigadas barriales que existen en la provincia (se informó que hay 1.140 en el país a excepción de Galápagos y Zamora Chinchipe) redoblarán esfuerzos en el combate contra la delincuencia en sus sectores de responsabilidad.
“Los brigadistas colaborarán solo con información. Nosotros no queremos exponer a nadie para que sea víctima de la acción delincuencial”, manifestó ayer el oficial, quien agregó que con la participación de la ciudadanía se busca identificar nuevas zonas conflictivas de la ciudad.
En ese sentido y para precautelar la integridad del voluntario, Julio Andrade, presidente de las Brigadas Barriales del Guayas, anunció que se tiene previsto la suscripción de una póliza colectiva de seguro de vida para el brigadista, además de los convenios con farmacias, clínicas, comisariatos, funerarias y casas asistenciales para que el brigadista tenga descuentos especiales en contribución por su labor voluntaria.
El Observatorio de Seguridad Ciudadana de Guayaquil participa activamente en la organización de las brigadas barriales, puesto que, según indicó su coordinador Bernardo Ovalle, el Acuerdo Ministerial señala que cada Gobernación deberá tener una unidad de control y gestión de seguridad ciudadana y orden público y como competencia de esa unidad está llevar un control estadístico y trabajar con los líderes barriales para la creación de planes de acción.
Sin embargo, indicó, aún no está definido un presupuesto económico para su trabajo. El documento indica que los recursos públicos que se destinen para la organización y funcionamiento de las brigadas serán transferidos directamente a la Gobernación respectiva, provenientes del Presupuesto General del Estado.
El dinero será distribuido de manera planificada, bajo criterios de equidad, en función de las condiciones y riesgos de los barrios.
Jenny Vélez, presidenta de las Brigadas Barriales de El Oro, informó que en abril, cuando se conozca el verdadero número de brigadistas que hay en el país, se iniciará el proceso de capacitación y se lo realizará por cada barrio, cantón y provincia. La capacitación comprenderá 5 módulos en temas de seguridad y, adicionalmente, participarán en la elaboración de planes de trabajo, recuperación de espacios públicos, instalación de alarmas comunitarias, etc. Hasta la presente fecha, informaron los líderes barriales, hay más de 22.000 brigadistas inscritos.