Madame alex intentó reconstruir en nevada su negocio, pero la competencia no la dejó
El libro negro que puso nerviosos a celebridades, políticos y deportistas de EE.UU.
En la década del 90 fue una de las mujeres más poderosas de Hollywood. Heidi Lynne Fleiss lideraba una red de prostitución Vip, al más alto nivel, en Los Ángeles, California, donde una hora de servicio llegaba a costar $ 10.000.
La ‘Madame de Hollywood’ protegió su futuro al anotar los nombres de sus clientes millonarios, famosos e influyentes.
Su reputación se basó en la discreción con la que actuaba con las celebridades de la cinematografía estadounidense, políticos, deportistas, entre otros importantes y adinerados hombres que utilizaban los servicios de su negocio.
El 30 de diciembre de 2015, Heidi cumplirá 50 años. Ella nació en el año 1965 en Los Ángeles, en el hogar de los Fleiss, una familia acaudalada. Su padre, Paúl M. Fleiss, era un médico pediatra muy importante del estado californiano, quien falleció en 2014, a los 80 años, en un accidente de bicicleta. Su madre era Elissa Fleiss.
A temprana edad ingresó al mundo de la prostitución. A sus 22 años, Heidi se convirtió en ‘Madame Alex’, después de conocer a la famosa ‘Madame 90210’, en 1987, a través del director de cine y novio Ivan Nagy.
Ella comentó a un periodista de la CNN que tuvo una relación intensa con su mentora, durante un tiempo llegó a ejercer la profesión más antigua del mundo para conocerla y palparla de cerca. Eso le valió para innovar el modelo de este lucrativo negocio. Cuando se hizo cargo de la red de prostitución solo trabajó con jóvenes hermosas y dejó a un lado a las mujeres experimentadas en el oficio.
Heidi amasó una inmensa fortuna a través de su próspera red de prostitución. En cuatro meses ya tenía en su cuenta su primer millón de dólares. Ella se convirtió en una estrella mediática: era una mujer de porte elegante, cultivada, lista y con fama de discreta.
El negocio se vio interrumpido cuando ‘Madame Hollywood’ fue detenida en junio de 1993, por unos policías encubiertos que le tendieron una trampa en la que ella ofreció a sus muchachas a cambio de dinero.
Juicio por proxenetismo
Heidi Fleiss fue acusada de manejar una compleja red de prostitución en el mundo del espectáculo. El 29 de noviembre de 1994, en la Corte de Los Ángeles se inició uno de los juicios más picantes de la historia de Hollywood, que involucró a productores, actores, empresarios y personajes multimillonarios que se mueven detrás y adelante de la gran pantalla.
El comportamiento de Fleiss, de 28 años, durante el juicio que se siguió en su contra, fue de ejemplar compostura y elegancia. Durante el proceso se presentaron varios testigos que aseguraron que Heidi Fleiss era una empresaria del sexo.
Entre los denunciantes estaban dos prostitutas a quienes la Policía garantizó la inmunidad a cambio de su testimonio contra ‘Madame de Hollywood’, y ellas revelaron cómo trabajaban para la mujer, qué tipo de trabajo hacían y cuánto les pagaban.
Como si esta evidencia fuera poco, Fleiss aceptó la propuesta del equipo de agentes secretos de la Policía de Los Ángeles, que se hicieron pasar por empresarios japoneses en busca de diversión.
El punto fuerte del fiscal Alan Carter no fue ninguno de los anteriores. Para ellos, Fleiss era su peor testigo debido a las declaraciones grabadas en un video donde puede escucharse que afirma: En la historia de este negocio, nadie es capaz de hacer lo que yo hago.
En el video, mostrado en la sala durante el proceso, Fleiss reconoce que su negocio no sufre de la competencia de esas madames de $ 200 y $ 300, y afirma que solicita a los supuestos clientes $ 1.500 por cada chica que atienda sus deseos.
El argumento ingenuo de la defensa, parte de la base de que Fleiss fue una víctima de una trampa policial y está acusada de un crimen absurdo que no tiene víctimas.
Incluso su abogado, Anthony Brooklier, trató durante los 15 días de este proceso, de probar que Fleiss fue apresada en Nevada, a unos 400 kilómetros de Los Ángeles, uno de los pocos lugares en Estados Unidos donde la prostitución es legal.
Brooklier enfatizó que la procesada no estaba haciendo daño a nadie con su negocio y que era un criterio absurdo juzgar a alguien por un delito en el que no hay víctimas. Sin embargo, los acusadores y los acusados no son los únicos implicados en el proceso contra Fleiss.
Durante dos semanas, muchos empresarios y personajes famosos de la meca del cine sufrieron con la posibilidad de que ‘Madame Alex’ revelara el secreto de su ‘libro negro’, donde tiene escritos los nombres de los asiduos clientes de su negocio.
Fleiss, pese a las amenazas de abrir el libro y desatar unos cuantos escándalos, se ha mantenido en silencio sobre la identidad de sus clientes, tema que tampoco han tocado los abogados de la Fiscalía.
Al final, se libró de ir a la cárcel, pero terminó pagando por evasión de impuestos, sentenciada a tres años en una prisión californiana, de los que solo cumplió 20 meses, dispuesta a volver a lo que siempre supo hacer.
El ‘libro negro’
Pese al silencio de Fleiss sobre su libro de clientes, sorprendió la noticia de la salida a subasta al mejor postor por internet de su célebre ‘libro negro’, que es una libreta de 28 páginas con los nombres y teléfonos de los clientes que solían reclamar sus servicios de forma incesante.
Heidi Fleiss negó que haya puesto en subasta su libro. “Esto es desagradable”, manifestó Fleiss al portal de chismes TMZ. “Nunca he vendido mi libro, entregado o autorizado a nadie para que lo tenga”, apuntó.
La explicación de cómo llegó a manos de extraños podría estar en el FBI, que llegó a tener acceso a esa información cuando la estaban investigando por su negocio ilícito. Todavía se encuentra en subasta, pero no llega a la cantidad $ 100.000. (I)