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El juicio que terminó con una red de narcos 'cruceristas' que se movió por tres continentes

El juicio que terminó con una red de narcos 'cruceristas' que se movió por tres continentes
21 de julio de 2017 - 00:00 - Redacción Justicia

El ofrecimiento de un crucero desde el país de la samba, Brasil, hasta Europa, o de Marruecos a Río de Janeiro, es difícil de rechazar por un joven, de 20 años, que sueña con conocer el mundo, divertirse y tener dinero en sus bolsillos. De ello se valió una red de narcotraficantes transnacionales para mover sus estupefacientes en tres continentes a través de estos ambiciosos personajes, en su mayoría sacados de la ciudad de Niza, Francia.

Durante tres años los ‘cruceristas’ llevaron adheridos a sus estómagos kilos de cocaína que eran entregados en Francia y Marruecos. Cada viaje les significaba 15.000 euros, según las investigaciones de la fiscalía de Niza.

 El tipo de viaje que contrataban los jóvenes llamó la atención de los directivos de la compañía Costa, pues no comprendían que ellos hagan cruceros de pensionistas  sin la compañía de sus abuelos.

Esta situación desató una investigación de  las autoridades españolas y francesas que se concentró en 13 cruceros de la compañía Costa efectuados entre abril de 2012 y marzo de 2014. Durante estos años se introdujeron grandes cantidades de cannabis marroquí en Brasil, donde era intercambiada por cocaína con una pureza del 97% para ser traficada en Europa.

Las ‘mulas’, (personas que transportan alcaloides), que hacían escala en Casablanca (Marruecos) o en Río de Janeiro, se adherían la droga al cuerpo antes de subir como turistas en los cruceros.

Cuando estalló el escándalo  del Costa Concordia, se reveló que  Ndrangheta, poderosa mafia de Calabria, utilizó ese crucero para transportar droga. La organización criminal cuenta con un volumen anual de negocios de alrededor de 44.000 millones de euros (27.240 millones provienen del tráfico de droga, unos 5.000 millones de extorsiones y casi 3.000 millones del tráfico de armas y prostitución). Es la más peligrosa de Italia.

En marzo de 2014 hubo un asesinato en el buque Costa Fascinosa, que salió de Brasil con destino a Venecia, Italia. La compañía Costa Cruceros autorizó a los agentes a subir al buque que estaba a la altura de las islas Canarias, donde detuvieron a la mayor parte del equipo de contrabando y decomisaron 49 kilos de cocaína.

En 2015, en el buque MSC Magnífica, que se dirigía de Brasil a Europa, se detuvo a cinco hombres por traficar con 26 kilos de cocaína.

En diciembre de 2016 la Policía  inició la operación Escipión, durante la cual se aprehendió a un empleado de la naviera Costa, por estar implicado en el tráfico de drogas.

De acuerdo con las investigaciones, los miembros de la organización narcodelictiva, para evitar ser detectados, se servían de una empresa de telecomunicaciones y utilizaban una red propia de comunicaciones encriptadas.

También, en ese mismo año, en el buque Splendour of the Seas que iba a realizar la ruta Brasil - Europa, se capturó a un grupo de empleados que portaban una carga de cocaína y dinero.

Con las evidencias recopiladas en la investigación efectuada en España y Francia se procesó a 34 personas, 28 hombres y seis mujeres. La causa se inició en Marsella.

Inicio de juicio y confesiones

“Estamos juzgando un anillo de contrabando internacional que operaba entre tres continentes y que utilizan los buques de crucero. Esto es nuevo”, afirmó el juez Patrick Ardid, que consideró el sistema como “innovador y audaz” porque “fueron capaces de crear nuevas rutas de la cocaína”.

Durante el juicio los acusados admitieron por qué se involucraron en los narcocruceros.

Amine, un fontanero, declaró que en “Moulins, me dijeron que no era arriesgado”. “Me alquilaron un coche, me dieron 500 euros y me dijeron: ‘¡Toma, aprovecha!’, como en un cuento de hadas. Me sentía en deuda y acepté”.

“Eran unas vacaciones pagadas, nos vendieron un sueño”, confesó Nadia, mesera en un restaurante nizardo, que solo vio “el atractivo del viaje y el embrujo de las ganancias pero no el peligro”. En marzo de 2013, al ser requerida por “un joven del barrio”, aceptó tomar un avión a Miami para embarcarse en el crucero Costa Mediterránea con destino a Marsella.

Al hacer escala en la isla caribeña de San Martín se desanimó y no quiso pegarse al cuerpo los fardos de cocaína para introducirlos en el barco. Pero como fue acosada, ella tuvo que aceptar un segundo crucero. “En Tánger, tenía que bajar del barco, caminar un poco”, explicó al tribunal. “Una persona me abordó. Me llevó a un hotel y me colocó dos placas de hachís en la barriga”.

Yohann, empleado en una tienda, confesó. “Soy solo una mula. Reconozco haber transportado mercancía ilegal en todos esos cruceros”, pero no reveló en el tribunal la identidad de sus ‘jefes’, pues ‘sigue recibiendo amenazas’.

Todas las ‘mulas’ que optaron por reconocer su papel cuentan lo mismo. En Casablanca, el punto de encuentro se hallaba cerca de la mezquita Hasan II, de donde eran llevados a un apartamento.

Amine afirmó haber hecho dos viajes de ida y vuelta entre este apartamento, donde vio ‘al menos un centenar de kilos de resina en una mesa’ y el Costa Favolosa con destino a Río de Janeiro.

Algunos, sostenían que se trataba de viajes de placer. Lofti, un pintor de 25 años, aseguró que no había transportado estupefacientes y que iba a bordo del barco con una novia. Pero, cuando las preguntas del tribunal comenzaron a incomodarle, le dijo al presidente: “Usted toma el lado malo de las cosas”.

Sentencia contra acusados

El tribunal de Marsella condenó al líder de la banda Víctor Sánchez Tavares a  11 años de prisión y al marroquí Karim Moutakhaouil, a 12 años de cárcel. Este último tiene una orden internacional de búsqueda y captura.

Los acusados, que eran responsables del flujo de drogas, Samir Moutakhaouil Stanganelli y Domenico, fueron condenados a ocho años de prisión, al igual que Abdelilah Amri, que escogía las rutas de cruceros.

El resto recibieron sentencias de hasta 13 años de cárcel. Tres de los 34 procesados están prófugos. La Policía continuará con las investigaciones para atraparlos y dar con los autores intelectuales de  la red. (I)

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