El factor sorpresa asegura golpe
Eran las 07:30 del 27 de marzo de 2006 cuando Antero García Zambrano llegó a su lugar de trabajo en la ciudadela La Garzota, al norte de Guayaquil, donde funcionan las oficinas de Western Union. De inmediato y en compañía de Marcelo Granda Hurtado y Jorge Ramón Andrade Macías se dispuso a iniciar sus labores diarias como custodio de un vehículo blindado destinado al transporte de valores.
La primera consigna en la hoja de ruta de García y sus compañeros era la apertura de la agencia ubicada en la avenida 9 de Octubre y Córdova, pero al recorrer apenas una cuadra y media, el grupo de guardias fue interceptado por dos vehículos que le cerraron el paso para acto seguido, sus ocupantes bajarse y comenzar a disparar contra el objetivo. Los hampones, para atacar el blindado que recibió 74 impactos en su carrocería, utilizaron armas de alto poder, como ametralladoras y fusiles.
Como resultado del tiroteo, los custodios Andrade y Granda recibieron varios disparos que les provocaron la muerte casi instantánea. Mientras que el grupo que participó en ese delito, conformado por más de 6 individuos, procedió a darse a la fuga pero sin ningún botín, puesto que los guardias no trasladaban valores sino únicamente las armas de dotación que cada uno portaba.
En este caso, que aún está a la espera de que se dicte sentencia en el Décimo Tribunal de Garantías Penales del Guayas, los maleantes emplearon el factor sorpresa, atacaron con armas de mayor potencia y superaron en número al objetivo, situación muy parecida a la que se dio el pasado 18 de junio en el interior del Centro Comercial Quicentro, cuando un grupo de delincuentes arremetió con armas de fuego contra guardias de la empresa transportadora de valores Tevcol, dejando a un civil muerto y varios heridos.
Para Daniel Adler, experto en seguridad y antiterrorismo urbano, este tipo de bandas cuenta con información específica de la ruta que debe cumplir el objetivo. “Los asaltantes del Quicentro, por ejemplo, sabían con exactitud la hora y el camino por el que iban a pasar, como también manejaban el efecto sorpresa que iban a causar sobre sus víctimas”, señala.
Al referirse a este tema, Galo Estrella, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Seguridad (Anesi), indica que la respuesta de los guardias de seguridad en el asalto en Quicentro Shopping fue la adecuada, porque también estaban en riesgo sus vidas.
“La respuesta fue acorde a una delincuencia agresiva que primero mata y luego mira si se puede llevar el dinero, es decir, no es solo la amenaza, porque de haberse dado, el guardia no se iba a exponer a ser herido o que otras personas salgan heridas. Ante una amenaza simplemente entregaba los valores, pero si es atacado y el guardia tiene la necesidad de defenderse, lo debe hacer”, indica el dirigente.
Adler agrega que el modus operandi de estas organizaciones -consideradas terroristas- está enfocado en primero matar y luego delinquir. Al actuar de esta forma, aclara el especialista, los antisociales saben que hay mayor posibilidad de un resultado favorable.
Marco Heredia, director del Instituto de Capacitación de Seguridad (Incasi), señala que el problema en el caso de los guardias que trabajan en la transportación de valores es que suelen ser sorprendidos por los antisociales, que ya conocen por anticipado la ruta y los lugares por donde van a salir, saben del armamento que tienen, etc., por lo que el trabajo de estas empresas, explica, se debe basar en labores de inteligencia y en un plan de rutas que comprenda la identificación de puntos críticos, identificación de puntos seguros en rutas, así como identificación de rutas primarias y secundarias; y también un plan de comunicaciones en coordinación con la Policía, para ejecutar sus operaciones de transporte de valores.
En ese sentido, el viceministro del Interior, Javier Córdova, indicó que justamente la empresa Tevcol es la única que opera de manera aislada, desobedeciendo los protocolos y rehusándose a recibir el apoyo de la Policía o de otros guardias, siendo blanco de tres noticias de delito en lo que va del presente año.
Heredia relata que en Estados Unidos y varios países de Europa es prohibido que los guardias de seguridad ingresen a los centros comerciales armados, a título y cuenta que van a recoger o descargar dinero, porque solo el hecho de que ingresen armados ya eleva el nivel de riesgo y obliga al antisocial a neutralizarlos.
Esa situación se complementa, explica, con otro tipo de medidas más flexibles, con tecnología, cámaras de seguridad, filtros de seguridad y con anillos de protección. Asimismo, los expertos coinciden en manifestar que la escopeta Mosberg o Maverick calibre 12 mm, muy común entre los guardias, no es la recomendada en la ciudad, porque al ser detonada ante un evento, causaría mucho daño colateral.
Con respecto al horario para el transporte de dinero, Estrella señala que no puede haber un horario fijo, sino que debe ser variable para poder despistar a los delincuentes, pero que es difícil hacer el trabajo fuera de horario de oficinas, convirtiéndose entonces en una ventaja para los delincuentes. El Primer Mandatario, en su enlace sabatino, criticó el hecho de que se realice esa labor en medio de los usuarios y exigió correctivos.