El estallido de un ave concienció a estudiantes
A Stefanía le quedó claro el mensaje: “no debo jugar con explosivos porque es peligroso y se lo voy a decir a mi familia”. La niña, de siete años, llegó ayer con sus compañeros de la escuela Puerto Hondo al cuartel del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), ubicado en el km 17 de la vía Guayaquil-Salinas.
Ahí, parados detrás de una cinta amarilla con la palabra peligro, observaron que una camareta destrozó un pollo en un segundo. También cómo un poco de pólvora despedazó una sandía y presenciaron el incendio de una fábrica en la que se elaboraban explosivos de forma artesanal. Los policías armaron la escena en el patio del GIR.
A Camilo le gustó cuando los canes entrenados ‘Fanny’ y ‘Tobby’ descubrían en qué caja había explosivos, aunque la cambiaban de lugar, los perros acertaban siempre. “Parecía que estaban jugando, pensaban que ahí estaba su pelota”.
Con estas demostraciones inició la campaña ‘Los explosivos tipo pirotécnicos no son un juego de niños’.
Eventos similares se realizaron en las dependencias policiales de Quito, Cuenca y otras ciudades.
José Francisco Cevallos, gobernador de Guayas, indicó que continuarán los operativos para evitar que haya fabricación artesanal de explosivos. “Vamos a allanar viviendas si es necesario para que estos artefactos no causen accidente alguno”.
Kléber Ochoa, comandante del GIR en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), indicó que estas campañas se realizan hace 12 años lo que “ha permitido reducir los percances el 45%”.
Agregó que los policías fueron capacitados para llegar con el mensaje preventivo a los planteles. “Hay niños que se quedan solos en casa y manipulan la pirotecnia sin supervisión. Hemos identificado que los sectores con más riesgo son el sur y suburbio de la ciudad. Hay familias que se dedican a la fabricación artesanal y tienen acumulada la pólvora durante el año”. (I)