Xavier Galarza, subdirector de Inteligencia Antidelictiva, dijo que se detendrá a los malos elementos
“El dinero es usado para comprar conciencias, en este caso de policías”
En 2 días seguidos, un teniente coronel y un cabo de la Policía Nacional fueron descubiertos como integrantes de organizaciones delictivas dedicadas al narcotráfico y al asalto, robo y comercialización de vehículos. Ellos se suman a los 695 uniformados separados de la institución desde 2013 hasta el 9 de abril de este año.
Una de las últimas medidas que implementó la Policía Nacional para conocer el patrimonio económico de sus miembros fue la auditoría de la Contraloría. Anteriormente se utilizaron pruebas sicológicas, de confianza y hasta del polígrafo.
Algunos uniformados no quisieron pasar por el polígrafo, como sucedió con los 68 expolicías de Esmeraldas, que en marzo último quedaron fuera de la entidad por ese motivo, así como por otras faltas y delitos. Un grupo de gendarmes ha protestado por la exigencia.
A medida que continúen las investigaciones de cada uno de los uniformados, se detectará a quienes estén implicados en actos delictivos.
Compra de conciencias
Xavier Galarza, subdirector de la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial, afirmó que el polígrafo es un método disuasivo, y que ahora es normado en la Policía para prevenir actos ilícitos.
Pero, “lamentablemente las redes delincuenciales utilizan el dinero para comprar conciencias de los funcionarios, en este caso de los policías”, aseguró la autoridad.
Manifestó que la depuración se la realiza desde adentro en la institución. “Es la misma policía que detiene a los malos elementos, lo que significa cero impunidad”.
Caso de teniente coronel
El teniente coronel Milton E.P. participaba de un curso de Estado Mayor en la Escuela de Policía en Quito, para su ascenso a coronel. Estaba domiciliado en Ambato, cuando fue detenido por su presunta vinculación con narcotraficantes.
Eslabón XXVI responde a una investigación de 3 años de la Policía Antinarcóticos, ejecutada en las provincias de Pichincha, Guayas y Manabí. Precisamente en esta última localidad, en el cantón Manta, se detectó la empresa Eco Frío como centro de operaciones de los narcos.
A través de la exportación de pescado se camuflaba la droga que salía del puerto de Guayaquil hacia el exterior. El último cargamento fue de 2 toneladas de clorhidrato de cocaína, que no logró salir a Holanda, en Europa, informó la fiscal Sonia Barcia.
Según el ministro del Interior, José Serrano, el exoficial Milton E.P. participaba en la parte logística del envío y era el tercero al mando en la organización.
Serrano indicó que las investigaciones comenzaron debido a las actividades personales y bienes del exoficial, por lo que se procesará el resto de la información obtenida, así como su patrimonio.
Respecto a las pruebas del polígrafo, Serrano afirmó que las están realizando a todos los miembros de la institución policial. “Incluso a los generales previo a su ascenso, se les realiza la prueba de confianza. Es un tema de arriba hacia abajo”.
Edmundo Moncayo, director nacional Antinarcóticos, sostuvo que la persona “que vaya apareciendo dentro de un proceso investigativo tiene que ser involucrada en el caso, incluso los policías, sin importar el rango. Si cometen una falta son detenidos y entregados para que la justicia los sancione”.
Cabo involucrado con asaltantes
La Policía informó ayer que un cabo de la institución también está involucrado en una red delictiva dedicada al asalto, robo y comercialización de vehículos robados. (I)