El 80% de pericias del Instituto de Criminología llegó a sentencia

El 14 de noviembre de 2016, el asesinato de una ginecóloga conmocionó a la comunidad quiteña. En la cajuela de un auto, estacionado al costado de la avenida Panamericana Norte, agentes de la Policía Nacional encontraron el cuerpo de una mujer de 53 años. 

La víctima fue identificada como Alexandra Soria, quien había sido asesinada con un golpe en la cabeza.

Las primeras investigaciones  apuntaron a Camila Chamorro, su hija menor. Las pesquisas descartaron una motivación económica como móvil del crimen. 

Pilar Chiriboga, directora del Instituto de Criminalística, fue quien hizo el análisis a Camila y mencionó que ‘realizaron un perfil psicológico tanto de la madre como de las dos hijas (Camila y Lizth) y evidenciamos rasgos particulares en Camila que compaginaba con un trastorno narcisista de la personalidad’.

Chiriboga explicó que la joven demostraba carencia de contacto afectivo y que su estructura psicológica se inclinaba más a la perversión.

El resultado del análisis arrojó -  menciona la psicóloga - que la figura materna de Camila era su hermana, mayor con 12 años, mas no su madre. La relación afectiva con  su progenitora estaba disociada.

Según la explicación de la perito, Soria era una madre que la mayor parte de su tiempo se dedicó a su profesión con el fin de generar recursos económicos para el bienestar de sus hijas.

Con las pericias que se efectuaron - dice la experta- se logró determinar que Camila fue quien ordenó el golpe mortal en la cabeza de su madre.  La joven, durante un año de proceso legal, fue declarada como autora mediata de la muerte de su madre y sentenciada a 34 años de privación de la libertad.

 Dentro del juicio fueron sentenciados como autor directo  Ángel Gil, guardia del edificio donde vivía la occisa. Este individuo recibió 34 años de reclusión y el taxista Francisco A., a quien se le impuso una pena de ocho años. Todos los condenados guardan prisión en el Centro de Rehabilitación Social (CRS) Regional de Latacunga, provincia del Cotopaxi.

La experta indicó que aquellas personas con tendencia perversa no se arrepienten de sus actos, por la carencia de afectividad hacia sus víctimas. Además, tienen una gran capacidad de persuasión y manipulación.

“El informe del Instituto de Criminología sirvió para determinar el tipo de personalidad de Camila (perversa) lo que implicó que actuó con conciencia y voluntad cuando mató a su madre”. dijo Verónica Murgueytio, fiscal del caso.

Casos judicializados

Los psicólogos clínicos del Instituto de Criminología  están avalados por el Consejo de la Judicatura (CJ). “El Instituto de Criminología de la Universidad Central del Ecuador mantiene peritos calificados, quienes pueden actuar en cualquier proceso judicial o de investigación a través de la Fiscalía, de conformidad con lo establecido en el artículo 14, primer inciso, del Reglamento del Sistema Pericial Integral de la Función Judicial”, señala un comunicado de la entidad.

La fiscal Verónica Murgueytio, dijo que el 95% de los casos que investiga requieren de la pericia de los psicólogos, pues entre lo que ha tenido que ver existen muertes violentas, suicidios y asesinatos.

Murgueytio recordó que los análisis psicológicos realizados a un procesado por un crimen, se pudo determinar que este tenía una conducta sadista. El procesado contó varias veces lo que le hizo a su víctima, pues siente satisfacción al relatar con detalles lo que le ocurrió.

“El volumen de investigaciones que tenemos en esta unidad es alto. Solo en mi despacho hemos pedido, en el  último año, 80 informes, que cumplen con los requisitos para ser mostrados ante el tribunal como un elemento de convicción y de prueba”, dijo la Fiscal.

Pilar Chiriboga, indicó que del 100% de pericias que efectúan el 80% han llegado a una sentencia. Mencionó que la mayor parte de casos con los que trabaja con Fiscalía son con las áreas de Garantías y Personas y Violencia de Género.

“La criminología es la ciencia que estudia la dinámica que está alrededor de ese delito, explica el cómo sucedieron los hechos e investiga en función de ciertos delitos para poder generar temas de prevención”, dijo Chiriboga.

Los informes que emite el instituto se realizan previo a la concesión de la libertad condicional, a la conmutación de la pena y concurrencia de infracciones. Además, al ser una institución pública no le cuesta ni un centavo al Estado.

Historia del organismo

En 1936, el psicólogo Julio Endara creó el Instituto de Criminología. Desde esa época se ha dedicado a aportar en las investigaciones que realiza la Policía. Foto: Álvaro Pérez / El Telégrafo

En 1979, el caso del asesino en serie Pedro Alonso López alias ‘Monstruo de los Andes’ sacudió a Latinoamérica, pues en sus manos habrían muerto 300 niñas y jóvenes de Perú, Ecuador y Colombia.

El ‘Monstruo’ llegó a Ecuador por Huaquillas, tras ser deportado por las autoridades peruanas, en 1980, ahí habría violado y asesinado a 100 niñas indígenas. López escogía a sus víctimas entre infantes pobres, de 10 a 13 años, cuyos padres se dedicaban a labores agrícolas. El asesino en serie seguía a las pequeñas durante semanas, se acercaba a ellas fingiendo ser amigo y tras ganarse su confianza las llevaba a lugares apartados donde procedía a violarlas y luego asesinarlas. 

En total, 57 cuerpos de niñas fueron encontrados por la Policía Nacional, en Ambato. Una vez capturado, el perfil psicológico de López fue analizado por peritos del Instituto de Criminología de la Universidad Central (Icuce).

El informe permitió corroborar que el ‘Monstruo de los Andes’ fue el autor del asesinato de las menores.

El documento, que aún se encuentra, en el archivo de Icuce indicó que presentaba una tendencia hacia la pedofilia y psicopatía. La sentencia emitida por los tribunales fue de 16 años, luego de ser trasladado al expenal García Moreno, en Quito, obtuvo su libertad, tras 14 años de prisión, en 1994 fue deportado a Colombia, desde entonces se desconoce su paradero.

Este es uno de los casos emblemáticos que ha tratado el Icuce, institución que fue creada en 1936 por el psiquiatra ecuatoriano Julio Endara con el fin de estudiar el comportamiento criminológico del país.

Desde hace 81 años el organismo ha trabajado de la mano con las instancias de justicia del país. En 1960 se adscribe a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central. El organismo cuenta con su propia normativa, pero obedece también al Reglamento del Sistema Pericial Integral de la Función Judicial que funciona en Ecuador.

Datos

- El Instituto de Criminología está adscrito a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central de Ecuador.

- EL objetivo es estudiar la etiología o las causas del acto delictivo, la característica y personalidad de los delincuentes a través de la historia del país.

- La Ley de Gracia, que es un indulto que otorga únicamente el Presidente de la República, tiene varios requisitos, entre ellos el informe pericial del Instituto de Criminología. (I)