“Portonazo”. Este es el concepto de moda, la palabra que más se repite por estos días en Chile y que hace referencia a los robos de automóviles en los portones de las viviendas. El modus operandi ese el siguiente: Los delincuentes esperan que la persona ingrese con su vehículo a su casa y mientras está en esa maniobra proceden a sustraer el auto con el motor encendido. Esto porque, debido a los modernos mecanismos de seguridad de los vehículos, se hace cada vez más difícil el robo de autos en la vía pública.

Los “portonazos” mantienen en vilo a parte importante de los chilenos de todos los estratos sociales. Además, la percepción sobre robos con violencia ha tenido un importante aumento, por lo que la delincuencia se ha transformado en la principal preocupación de los chilenos, incluso más que las reformas que impulsa el gobierno de Michelle Bachelet. Según la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), revelada el viernes pasado, el 60% de los chilenos cree que la delincuencia es el principal problema del país. En segundo lugar se ubica la salud (40%) y en el tercer puesto la educación (38%).

Este mismo estudio señaló que el 84% de los encuestados dice estar preocupado por ser víctima de un asalto violento. También, el 71% se encuentra insatisfecho con el funcionamiento de la seguridad ciudadana y solo el 14% completamente satisfecho en este ámbito.

De acuerdo con cifras oficiales del Ministerio Público, los robos con intimidación aumentaron 6% entre enero y julio de este año, en comparación al mismo período de 2014. Así, este año se han registrado 24.143 robos con violencia. A su vez, los delitos con lesiones menos graves ascienden a 31.730 en la primera parte del año, 1.347 más respecto del mismo período del año pasado.

La propia presidenta Bachelet se refirió a este tema: “La delincuencia es un problema que preocupa a todas las familias chilenas, independiente en la comuna en donde vivan. Como gobierno no vamos a hacer oídos sordos a esta enorme preocupación. El gobierno no puede perseguir delincuentes, pero sí puede entregar herramientas y más presupuestos a los fiscales para que protejan a las víctimas y puedan hacer mejor su trabajo”.

En ese sentido, el Ejecutivo anunció que se fortalecerá el rol del Ministerio Público y que se aumentará la dotación de la Fiscalía en 577 funcionarios, de los cuales 122 son fiscales nuevos. Además, el Ministerio Público tendrá 4.255 funcionarios al servicio de los ciudadanos. En Chile, la Fiscalía y el Ministerio Público son la misma institución. Se trata de un organismo autónomo que no forma parte de ninguno de los tres poderes del Estado. Su función es dirigir la investigación de los delitos, llevar a los imputados a los tribunales y, si corresponde, dar protección a las víctimas y testigos.

Roban a escolta presidencial

La autocrítica también llevó a que el ministro del Interior, Jorge Burgos, reconociera que los problemas por la delincuencia son un “fracaso del gobierno, las policías, fiscales y jueces”. En las últimas semanas, además, han tenido lugar una serie de hechos poco frecuentes en cuanto a asaltos y robos, que han adquirido una gran connotación pública.

Tal es el caso de un insólito robo de armas y municiones a la escolta presidencial de Bachelet en una gasolinera. También mientras el presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, intentaba explicar las causas del problema de la delincuencia en cuanto al rol de los tribunales de justicia, se produjo una balacera en el mismísimo Centro de Justicia. En otro hecho poco común para Chile, un joven logró escapar desde un cuartel de la Policía de Investigaciones (PDI) llevándose una subametralladora.

En medio de este ambiente, hasta el mediocampista de la selección de fútbol de Chile, Marcelo Díaz, sufrió un violento robo en julio pasado y hace algunos días pidió que “alguien ponga mano dura, porque si no hasta le pasa a la Presidenta, quizás, y creo que en algún momento le va a pasar”. El jugador fue “adivino”, ya que días después la escolta de Bachelet sufrió el famoso robo. (I)