Egipcio lideraba red que contrabandeaba medicamentos desde Ecuador hacia Colombia
Las autoridades colombianas capturaron a un ciudadano egipcio como presunto líder de una red dedicada a la adulteración y contrabando de medicamentos de uso controlado. Parte del producto era ingresado a Colombia desde Ecuador y Venezuela.
El operativo, desarrollado por la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación del vecino país, permitió además la aprehensión de otras nueve personas. En un comunicado, la Fiscalía explicó que la banda obtenía irregularmente medicinas de uso exclusivo de hospitales y clínicas, y tratamientos para adultos mayores, pacientes con enfermedades de alto riesgo o trastornos psiquiátricos.
Mediante labores de seguimiento, la Dijin (Policía Judicial de Colombias) conoció que la red recibía la asesoría y orientación de un ciudadano egipcio de nombre Frass Yousef Mahmud Elbasseaun, un farmacólogo de profesión y profesor universitario en Cali (Valle del Cauca).
De acuerdo con los elementos recopilados, el extranjero supuestamente definía formas para dar apariencia de legalidad a los medicamentos manipulados, de tal manera que pudieran ser comercializados. Por su nivel de influencia y conocimiento del mercado, los demás integrantes de la organización ilegal lo llamaban ‘el Faraón’.
La Fiscalía y la Dijin obtuvieron material probatorio que involucraría a algunos procesados en el desvío de medicamentos psiquiátricos hacía otras organizaciones delincuenciales, que los utilizaban para elaborar escopolamina y cometer hurtos. Al respecto, fue abierta una nueva línea de investigación.
En asilos compraban los medicamentos que dejaban los ancianos fallecidos
En dos años de investigaciones fueron identificados 125 medicamentos de uso controlado que habrían sido modificados y vendidos por la organización ilícita, sobresalen tratamientos para la diabetes, la disfunción eréctil, la epilepsia, el insomnio, la esquizofrenia, la hipertensión, enfermedades pediátricas y patologías que afectan el sistema nervioso e inmunológico.
Parte de estas medicinas, al parecer, salieron de hospitales en medio de engaños o presiones indebidas a los empleados de los dispensarios; otras presuntamente ingresaron de contrabando, provenientes de Venezuela y Ecuador, y una cantidad importante era conseguida en hogares de cuidado y atención a personas de la tercera edad.
Las evidencias indican que uno de los integrantes de la organización visitaba los asilos en los que morían adultos mayores y compraba los medicamentos que dejaban las personas fallecidas, sin importar que estuvieran vencidos, en mal estado o descontinuados.
En los allanamientos fueron hallados lotes enteros de medicinas adulteradas, algunas ya caducadas y en mal estado. Video Policía de Colombia
La Fiscalía y la Dijin establecieron que la red criminal almacenaba los medicamentos sin los protocolos de conservación y en medio de pésimas condiciones de salubridad. A los productos les eran borrados los sellos de uso restringido, alteradas las fechas de caducidad y lotes de fabricación para darles apariencia de artículos nuevos.
Con los cambios que lograban en las medicinas y sin importar que algunas estaban descompuestas, la organización las vendía a droguerías, instituciones de salud y distribuidores. Las entregas en Valle del Cauca eran a domicilio y, a través de empresas de encomiendas, hacían envíos a diferentes ciudades del norte, centro y occidente del país, por lo que habría un número indeterminado de personas engañadas o afectadas por el consumo de tratamientos adulterados.
El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y ocho laboratorios farmacéuticos colombianos certificaron que los presuntos integrantes de esta estructura no tenían permisos ni certificaciones que les permitiera vender medicamentos. (I)