800 ecuatorianos, presos por droga en Estados Unidos
Una llamada congeló a Solaida B. (77 años). Aunque no recuerda la fecha, tiene presente la voz de esa trágica noticia. “Pedro está en una cárcel de Estados Unidos por tráfico de drogas”.
Un sentimiento de confusión sintió Solaida, quien llevaba tres meses sin ver al menor de sus hijos. “Creí que estaba en el mar pescando y que no regresaba porque le iba mal”.
La situación fue peor de lo que imaginó. Su hijo fue sentenciado a 12 años por tráfico de estupefacientes.
A inicios de 2014, Pedro salió desde una playa de Jaramijó (Manabí). En su bote puso todo para la faena (redes, pinzas, agua) y se adentró al mar. Al final, el joven atrapó con sus redes una condena que lleva a cuestas.
Solaida no es la única madre que ha vivido este calvario. Overlisa S. (78 años), oriunda de Rocafuerte (Esmeraldas), sufrió la distancia de su hijo, también pescador, quien fue detenido con su tío.
“En mi casa, todos los hombres pescan. Desde chiquitos se meten al mar”, dijo orgullosa la mujer.
Las dos madres nunca supieron con detalle sobre la detención. Lo que les dolía era estar lejos de ellos. “Si están en la cárcel, al menos que nos dejen verlos”, expresaron.
Ellas se unieron con otras mujeres para pedir que sus familiares regresaran al país. Luego de varios meses su deseo se cumplió.
El pasado jueves, 20 pescadores artesanales arribaron al Aeropuerto de Latacunga, en la nave FAE-630, tras cuatro horas de viaje.
Los hombres fueron trasladados desde Federal Detention Center de Miami, Florida (Estados Unidos) para cumplir su sentencia en Ecuador.
Antes del vuelo, los ciudadanos abordaron el avión esposados y vestidos de blanco.
Ya en suelo ecuatoriano se les entregó un suéter color tomate y una cobija. Cada uno salió resguardado por agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE).
La espera valió la pena. Los ciudadanos se reencontraron con sus familias. Un abrazo, llanto y un beso demostraron que la lucha valió la pena.
Este proceso de repatriación es liderado por el Ministerio de Justicia, en coordinación con las carteras de Relaciones Exteriores, Interior, Defensa y otras entidades.
Con este arribo, ya son 53 repatriados. El primer traslado se realizó en noviembre de 2017, cuando vinieron 33 personas, que fueron arrestadas en alta mar por el mismo delito, explicó Rosana Alvarado, ministra de Justicia.
Felipe Vega De la Cuadra, viceministro de Defensa, admitió que esa cantidad es pequeña ante el número de detenidos por esa situación.
Indicó que hay 1.600 casos, de los cuales 800 se encuentran en Estados Unidos; 250 en Centroamérica (Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Panamá) y el resto en distintos países.
Los pescadores, la mayoría, son habitantes de las costas de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santa Elena y El Oro.
Proceso en el país
Lucía Bolaños, directora de la Judicatura de Cotopaxi, explicó el proceso legal al que serán sometidos los 20 ciudadanos, tras su arribo.
Indicó que 12 jueces de la Unidad Penal de Latacunga realizarán los trámites pertinentes para las audiencias de cada expediente.
Cada repatriado contará con un defensor público y se les asignó una sala de agendamiento de diligencias para que las audiencias no tarden más de 12 minutos cada una.
Los pescadores se sometieron a una audiencia, antes de ingresar al Centro de Rehabilitación de Latacunga, donde se cumplió el control con Criminalística y registro biométrico. Luego, los médicos realizaron exámenes de rigor.
La detención, el juicio, estar en la cárcel, fue largo, pero sobre todo tormentoso, reconocieron los hombres.
“Yo solo quise sacar adelante a mi familia. Error”, dijo Jonathan, quien comentó que por la pesca percibía muy poco ($ 250 al mes).
Después de cuatro años, el hombre se reunió con su hermano, a quien le contó que le dolió “ser tratado como delincuente en un país extraño”.
Pedro coincidió con ese joven. Aunque ahora tiene que completar su condena, antes de regresar a las rejas, abrazó a su madre Solaida y juró que nunca volverá a hacerlo.
“Por unos cuantos dólares perdí todo. La gente que quiere ganar dinero fácil, tiene que pensarlo dos veces”, expresó el compatriota Pedro. (I)
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Ministerio de Justicia tiene 477 pedidos para repatriar
La ministra de Justicia, Rosana Alvarado, explicó que este tipo de traslados es complicado. Las personas privadas de libertad que deseen acogerse tienen que cumplir con un minucioso trámite.
Uno de los primeros pasos consiste en que el interno manifieste su voluntad de regresar a Ecuador; esto puede ser a través de una carta emitida por él o por sus familiares, dirigida a la cartera de Justicia.
Esta Secretaría de Estado envía un oficio al Ministerio de Relaciones Exteriores para que informe a la embajada de Ecuador del país correspondiente (en este caso Estados Unidos) que se contacte con las autoridades del país para el papeleo.
El expediente se tramita en cumplimiento del Convenio de Estrasburgo sobre Traslado de Personas Condenadas, publicado en el Registro Oficial Nº 137 de 1 de noviembre de 2005, del cual son miembros 63 países, entre ellos Ecuador.
Luego de la verificación de los documentos -incluyendo la aprobación de traslado por parte de Estados Unidos- se plantea una fecha de audiencia para definir la repatriación. Este proceso se encuentra a cargo de la Oficina de Prisioneros de ese país.
En enero de este año, Alvarado se reunió con familiares de pescadores que integran la Asociación de Madres y Esposas de Pescadores Artesanales de Jaramijó, la Asociación de Familias con Esperanzas de Esmeraldas y la Organización de Mujeres de Pescadores Ecuatorianos. Ahí se les explicó el trámite al que se acogieron sus parientes para regresar al país.
En lo que va de 2018, el Ministerio de Justicia cuenta con 477 solicitudes de retorno.
El Ministerio de Relaciones Exteriores definió las condiciones para el traslado. Entre estas consta que el país donde están presos y el Estado ecuatoriano manifiesten su aprobación de traslado.
José Luis Jácome, viceministro de Movilidad Humana de la Cancillería, añadió que el servicio exterior ecuatoriano -a través de la red de los 80 consulados- cumple con seguimientos permanentes para estos casos. (I)