ECU-911 emite alerta cuando el procesado manipula el dispositivo
En la audiencia de sustitución de medidas cautelares del vicepresidente de la República, Jorge G., y Ricardo R., realizada el 2 de octubre, por el presunto delito de asociación ilícita en el caso de corrupción de Odebrecht, una revelación causó preocupación y alertó a las autoridades judiciales sobre el control de los dispositivos electrónicos.
En su exposición, el fiscal general, Carlos Baca, sustentó su pedido de cambio de la medida de arresto domiciliario con dispositivo electrónico por prisión preventiva para Ricardo R., porque en ocasiones se lo veía sin el grillete.
En medio del asombro de los presentes en la audiencia, señaló que conforme al parte policial suscrito por el comandante de Policía de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), Gral. Marcelo Tobar, se advierte el riesgo de fuga de Ricardo R., porque “el procesado no siempre utiliza el dispositivo de vigilancia electrónica que le fue ordenado usar desde el 3 de agosto”, entre otras 2 razones.
Según el parte policial, “en varias ocasiones se ha visto al señor Ricardo R. sin el dispositivo”.
Esta versión fue rechazada y cuestionada por Aníbal Quinde, abogado del acusado, quien calificó como copias simples de un parte policial, cuando deberían ser certificadas. Agregó que el informe policial presenta fotos de la casa y de los supuestos sitios vulnerables, pero ninguna prueba del alto riesgo de fuga, peor de que su cliente no usa el grillete.
De acuerdo con el art. 536 del Código Orgánico Integral Penal (COIP): “Si se incumple la medida sustitutiva la o el juzgador la dejará sin efecto y en el mismo acto ordenará la prisión preventiva del procesado”.
En declaraciones anteriores, Liliana Guzmán, viceministra de Atención a Personas Privadas de Libertad del Ministerio de Justicia, admitió que se reportaron casos de personas que intentaron quitarse el dispositivo y como emite una alerta al ECU-911 se los puede recapturar. “Apenas se pierde la señal, batería o cobertura se emite una alarma”.
Si bien el Ministerio de Justicia es el organismo rector del sistema, el ECU-911 se encarga del control a través de un mapa interactivo, donde técnicos siguen los movimientos y alertas de los dispositivos.
En el mapa se observan cientos de puntos y cada uno tiene un código que representa a quienes llevan los equipos electrónicos. Si uno de esos puntos cambia al color rojo, los técnicos utilizan la computadora para acceder a la información: nombre, ubicación e inconveniente.
A través del aparato, el técnico se comunica con la persona y le solicita que lo conecte, pero si es por otra razón pide apoyo policial.
En el caso de Ricardo R. hay muchos vacíos sobre lo detectado y la única presunción de cómo se desprendía por momentos el dispositivo electrónico, es que estaba flojo, porque el desprendimiento solamente lo hace la autoridad que lo colocó con un sistema especial.
Para el defensor Público General, Ernesto Pazmiño, el uso del dispositivo garantiza a la persona en proceso de investigación su derecho a defenderse, pues puede hacerlo en libertad y aportar con más herramientas en favor de su defensa; además, para los ofendidos es una garantía contar con la presencia del procesado para seguir la investigación e impedir casos de impunidad por audiencias fallidas. (I)
