Los uniformados que por cualquier razón adquirieron una condición física no son desvinculados
Discapacidad no impide a policías seguir laborando en la institución
Una noche de febrero de 1998, el subteniente Fernando Orellana terminó su turno y se embarcó en el auto de un compañero que lo pasaría dejando cerca de su domicilio en la ciudad de Esmeraldas, donde estaba asignado, pero en el trayecto el vehículo se volcó luego de que fue chocado por otro.
El oficial quedó inconsciente y fue rescatado de la parte de atrás donde se encontraba, desde entonces empezó una dura batalla por su vida, ya que sus heridas eran de gravedad.
A los pocos días se despertó sin poder mover sus piernas y brazos. “Estaba parapléjico y la rehabilitación duró varios meses, luego por gestiones particulares pude viajar a Cuba, donde me dieron un tratamiento que me ayudó a caminar, pero las secuelas dañaron mi pierna izquierda por eso tengo que usar muletas permanentemente”.
Pasaron 3 duros años, pero al regresar se enteró que estaba en la cuota de eliminación, ya que no podía pasar las pruebas físicas obligatorias para ascender de rango, eso lo obligó a defenderse judicialmente, pues sentía su vocación intacta.
En ese tiempo no había ayudas “estuve peleando casi 10 años para mantenerme en la institución, no podía caminar normalmente, pero cumplía con las labores administrativas que me asignaron”.
A raíz de la promulgación de la ley laboral de 2008, donde se expresaba la obligación de tener un porcentaje mínimo de personas con discapacidad en las entidades públicas y privadas la situación del oficial y de muchos otros en su caso cambió totalmente.
Orellana pudo al fin ingresar al curso de ascenso a teniente luego de 10 años y enseguida al de capitán, actualmente ya logró el grado de mayor, y se desempeña como director de la Unidad de Seguros de la Policía y jefe del Departamento de Proyectos y Planificación.
La institución cambió totalmente su visión con respecto a los policías que por cualquier razón adquieren una discapacidad, “el apoyo es total, tanto médica como laboralmente”, señaló el mayor Ricardo Guerrón, director de la Unidad de Atención a Personal Policial con Discapacidad.
Guerrón señaló que 475 policías tienen distintas clases de condiciones físicas por lo que no pueden ser operativos, sin embargo la entidad los ubica en sitios que puedan seguir aportando con su trabajo, “mientras el policía siga activo, el respaldo es absoluto”.
El oficial recordó el caso del sargento Geovany Jumbo. “En un operativo el compañero recibió un disparo en la cara, lo que afectó la audición, pero ahora ayuda de manera eficiente en la unidad creada precisamente para asesorar en aspectos médicos, sicológicos, laborales y legales a los compañeros”.
Por eso, recalcó que no importa si la discapacidad fue producto de un acto de servicio o de un accidente fuera de su horario de trabajo.
El general Ramiro Mantilla, director Nacional de Educación, señaló que los policías con discapacidad pueden presentarse a los cursos de ascenso, ya que hay la normativa adecuada para esas circunstancias.
El mayor Orellana considera que deben haber más programas de estudio para el personal con discapacidad. “Por motivación propia me gradué como abogado, así demostramos que podemos ser útiles a la institución y ciudadanía”, manifestó. (I)