Dirigente popular de Naranjal fue sepultado, mientras que la Policía sigue tras la pista del sospechoso
A las 15:00 de ayer, entre la conmoción de sus familiares y habitantes del cantón Naranjal (Guayas), fue sepultado Wilson Balerio Alvarado Vivar, de 48 años, quien -desde hace cuatro meses- presidía la Junta Cívica Popular de la jurisdicción.
Alvarado falleció al recibir un cartuchazo a la altura del lado derecho del tórax. El autor del disparo se presume que es Genaro Ordóñez Moreira, encargado de cuidar tierras aledañas a la finca a la que la víctima acudía diariamente en el sector La Sabana, recinto San José, parroquia Jesús María, del cantón.
Ordóñez siempre fue considerado como amigo del occiso, pues crecieron juntos en el mismo barrio. “Imagínese, mi hijo me decía que Genaro era su mejor amigo y justamente él lo mata”, relató con nostalgia Simón Alvarado, padre del fallecido.
Rodolfo Alvarado, uno de los siete hermanos, comentó que el problema fue por litigio de tierras. Dijo que la finca de Wilson colinda con terrenos de Félix Araujo, quien no quería que ni una rama cayera en su área. Ordóñez trabajaba para Araujo y se tomó a pecho las órdenes.
Euder Alvarado, otro hermano, identificó el sitio del crimen. Para ingresar hay que recorrer angostos senderos de tierra durante 15 minutos.
A Wilson lo fue a recoger un sobrino en una moto y vio cuando Ordóñez le disparó junto a una cerca. El joven salió corriendo para evitar que le disparara y avisó del hecho. Clara Rivera, esposa de la víctima, exigió que se capture al asesino que continúa prófugo.