Publicidad

Ecuador, 25 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

La menor asegura que ahora quiere ser pediatra para salvar niños

“Desde que la impactó la bala actuó con fortaleza” (Galería)

Geomaira pasa acostada, pero cuando se desespera pide que la saquen en su silla de ruedas. Foto: Carina Acosta / El Telégrafo.
Geomaira pasa acostada, pero cuando se desespera pide que la saquen en su silla de ruedas. Foto: Carina Acosta / El Telégrafo.
19 de septiembre de 2014 - 00:00 - Karla Naranjo Álvarez

Los frascos de remedios le ganaron el espacio a los juguetes de Geomaira. Estos permanecen apilados sobre una mesa en la esquina de su dormitorio, una habitación de no más de 2 metros cuadrados.

La dueña de las muñecas y peluches es la menor de 11 años que sobrevivió al impacto de una bala perdida cuando caminaba, con su hermana Stefanía, por la avenida principal de Pascuales, en Guayaquil.

El hecho ocurrió el 26 de julio y desde esa fecha la niña no puede levantarse de la cama por sus propios medios. Hace apenas 3 días regresó a su casa luego de estar más de un mes y medio internada en el hospital Roberto Gilbert Elizalde.

Su padre y hermanos mayores son quienes a su pedido desesperado la cargan y en una silla de ruedas la movilizan por lo menos a la parte baja de su vivienda, construida con caña y madera, cuyas paredes internamente están recubiertas con periódicos, sábanas y plásticos, en el recinto Tierra Blanca, en el km 6 de la vía a Salitre (Daule).

Junto a hamacas colgadas de pilares que aún parecen troncos de árboles y rodeada de perros, gallinas, pollos y hasta, a veces, chivos que pasan por el lugar se siente más relajada y olvida unos segundos los dolores que siente en su pierna derecha y la molestia de llevar permanentemente una sonda.

Olga, su madre, indicó que, según los médicos, los males que aquejan a la menor no son reales, más bien, son creados por su mente. La mujer espera que los lamentos desaparezcan con las terapias a las que Geomaira debe acudir durante 6 meses para volver a caminar. La progenitora aún desconoce el número de sesiones.

Stefanía, de 19 años, relata qué ocurrió aquel 26 de julio. Ella y su hermana, quien cursa el séptimo año en una escuela cercana, salieron de su casa a comprar en un negocio donde, dijo, los precios son bajos. Tomaron una tricimoto y apenas 5 minutos después de llegar escucharon los disparos.

“Me viré para agarrarla y tirarnos al suelo, pero ella ya estaba agachada. Pensé que había reaccionado más rápido, pero de repente me dijo: ñaña mira lo que me hicieron. Cuando le vi la herida comencé a gritar por ayuda. Ella estaba tranquila. Desde que la impactó la bala actuó con fortaleza”, dijo.

La menor le decía que “cuando uno sale de casa no sabe lo que puede ocurrir”. Esas palabras causaban que Stefanía se angustiara más. La joven aseguró que no vio los rostros de los pistoleros, solo que se transportaban en una moto y quien llevaba el arma tenía camiseta blanca. “Ella siempre se mantuvo consciente y fuerte. El 22 de agosto no sé cómo se enteró de la captura de esos hombres y de la emoción movió, por primera vez, las piernas, cuando creíamos que no volvería a caminar”, narró Stefanía.

Gladys, su hermana de 13 años, contó que nunca había estado tan triste como el tiempo que su compañera de juegos y peleas estuvo en el hospital. “Me prohibieron ir a visitarla o llamarla, porque me ponía a llorar y eso le hacía mal. Hace 2 semanas le regalé una pulsera de la suerte que yo misma la hice”.

La madre de Geomaira manifestó que a la pequeña, de cariño, le dicen ‘Ñato’, ya que le encanta jugar fútbol. “Desde chiquita es hincha de Barcelona. Cuando salió del hospital el gobernador de Guayas, Rolando Panchana, le regaló una camiseta autografiada por todos los jugadores y hasta lloró”. Doña Olga consideró que la recuperación de su hija es un milagro y se contenta al escucharla diciendo que quiere ser pediatra para salvar a los niños enfermos o que fueran heridos como ella, antes quería ser modelo o artista.

Detenidos

Darío Javier G.A. alias ‘Plaqueta’ o ‘Cabecita’ y Carlos Estiven A.L. (a) ‘Leche’ están en prisión como sospechosos del disparo. Según versiones que constan en el expediente, serían de la banda de microtraficantes ‘del Cónsul’ que opera en Pascuales. Los tiros, supuestamente, eran para ‘Pinky’, ‘Espay’ y ‘Barrabás’, integrantes de otro grupo de expendedores, con quienes disputan el territorio. Según un morador, por pleitos entre ellos, ya se han registrado muertes. La instrucción fiscal de este caso culminará el 22 de diciembre.

Contenido externo patrocinado