La fotografía de la pequeña Anahí Jazmín Miranda Alanuca, de 2 años, de piel blanca, ojos negros y cabello del mismo color, se difunde en las redes sociales Facebook y Twitter, además de la alerta Emilia, que se mantiene activa.

La menor lleva ocho días perdida, sin que las autoridades de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) y la Dirección Nacional de Muertes Violentas, de Desaparecidos y Extorsión (Dinased) tengan pistas de su localización.

Xavier Miranda, padre de la menor, recordó que el martes 6 de agosto, a las 15:00, su pequeña hija se encontraba en el local de servicios de internet, ubicado en el sector Pueblo Unido, en el sur de Quito,  propiedad de Paola Alanuca, madre de Anahí.

Una cliente llegó y mientras Paola la atendía, la niña estaba en la puerta.

“Los vecinos de una ferretería aledaña vieron cómo una mujer salió de un taxi, la marcó (la tomó en brazos) y la subió en un taxi amarillo. Ellos copiaron la placa, pero los agentes de la Dinased la verificaron y no coincide”, indicó Miranda.

Un día después de la desaparición de Anahí Jazmín se activó la alerta Emilia y durante ocho días se ha mantenido.

La Policía y los familiares de la menor distribuyen volantes con su fotografía, por las principales calles de Quito, buscando información del paradero. También colocaron carteles en postes, paradas de buses y principales edificios.

La progenitora de la infante indicó que han recibido llamadas, pero de personas que se quieren aprovechar de su dolor.

Según el presidente de la organización Desendor, Christoper Chávez, de enero al 12 de agosto desaparecieron 164 niñas a nivel nacional, entre ellas se cuenta a Anahí Jazmín.

Paola, entre lágrimas, solicita a las personas que se llevaron a su hija que la devuelvan sana y salva. Esa súplica no tuvo respuesta. Todo está en manos de la Policía y ciudadanía. (I)