La Cruz Roja Ecuatoriana entregó el informe médico, luego de ingresar con una brigada integrada por tres galenos con el propósito de revisar a los 53 detenidos por los incidentes registrados el 17, 18 y 19 de septiembre pasado. Para exponer los diagnósticos, los ministros del Interior, José Serrano, y de Justicia, Ledy Zúñiga dieron una rueda de prensa la tarde este viernes.

La ministra de justicia inició su intervención, recalcando que del total de detenidos, el 30% no son estudiantes. Todos fueron sometidos al control médico y luego de la valoración inicial, ocho fueron trasladaron hasta el hospital Eugenio Espejo a pedido de la Cruz Roja para extender la revisión.

Luego de efectuar algunas radiografías, los detenidos retornaron al centro de reclusión pues no necesitaron ningún tratamiento médico adicional. En términos generales, mencionó Ledy Zúñiga, los ciudadanos atendidos refieren contusiones, escoriaciones en rodilla y brazo, asma, síntomas gripales. Una sola persona necesita una intervención menor en su labio.

Por su parte, el Ministro del Interior indicó que se pretende manipular una vez más la situación, por algunos abogados que nuevamente quieren llevar esto al plano politiquero. Según establece el Código Integral Penal, la tortura es el hecho de infringir a otra persona grave dolor o sufrimiento y que tras esto se disminuya su capacidad física o mental; nada de lo mencionado ocurrió, advirtió Serrano.

El titular de la cartera de Estado señaló que tras la actitud violenta y presuntamente delincuencial de quienes se manifestaron, la Policía procedió a aprehender a las 53 personas. La pregunta es: Qué hacían quienes no son estudiantes, en medio de los estudiantes, provocando los disturbios, situación que no ha sido motivo de investigaciones por parte de los medios, cuestionó.

Serrano manifestó que los policías no estaban armados, únicamente portaban su escudo antimotines, a diferencia de un policía que realiza intervenciones en condiciones totalmente diferentes. “La Policía Nacional actuó con profesionalismo y aguantando lo necesario antes de actuar en defensa de los intereses ciudadanos”, puntualizó.

“Frente a personas que evidenciaban una actitud violenta, la policía tenía que detenerles y no lo hizo como un pedido de favor. Seguramente las mínimas lastimaduras debieron existir, pero hablar de tortura es una infamia”, declaró la autoridad.

“Decir que hubo estudiantes apaleados es una mentira. Que alguien nos demuestre que eso ocurrió por orden superior o disposición de una autoridad”, increpó José Serrano, quien además informó que se va a poner la queja y denuncia respectiva ante el Consejo de la Judicatura por las declaraciones vertidas que faltan a la verdad e intentan manipularla.

“De manera firme y transparente es como se debe decir la verdad”, enfatizaron Serrano y Zúñiga al desmentir con pruebas que descartan cualquier daño físico o necesidad de internamiento hospitalario de los detenidos.

“Se pretende plantear como un pobre grupo de chicos estudiantes inocentes que de manera pacífica se manifestaron, cuando las pruebas de agresión son irrefutables”, analizó el Ministro del Interior. La Policía Nacional se encargó de velar por la integridad de las personas y de los bienes públicos y privados contra los cuales se estaba atentando.

Mantener el orden público era la premisa de quienes aguantaron lo necesario y luego simplemente hicieron su trabajo con total profesionalismo, finalizó Serrano.