Consecuencias del Caso Sobornos: Correa perdió el derecho a elegir y ser elegido
La vida en la función pública terminó para Rafael Correa el 7 de septiembre de 2020. La ratificación de ocho años de prisión por el delito de cohecho en el Caso Sobornos 2012 – 2016 es solo una de las sanciones y consecuencias penales que afrontará el exmandatario.
Con la sentencia ejecutoriada se le acabaron las candidaturas al expresidente porque los delitos contra la administración pública proscriben a una persona de por vida. Así lo explica el penalista Diego Zambrano a El Telégrafo.
“No tiene fecha de caducidad”, menciona el jurista, respecto a la inhabilitación indefinida para funciones de elección que recibió por ser autor mediato en un caso de corrupción. Además, Correa tampoco podrá ocupar un cargo público de libre nombramiento porque la pena suspende sus derechos de participación durante 25 años. Con ello queda negada la posibilidad de que asuma como ministro, secretario o director de entidades del Estado.
“El cohecho es un delito imprescriptible. La pena no caduca ni tiene una fecha en la que dejará de ser buscado por la justicia”, explica Zambrano. Por eso si el exjefe de Estado sigue en Bélgica estará en calidad de prófugo para la justicia nacional.
#CasoSobornos | La muerte electoral de #RafaelCorrea.
— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) September 9, 2020
Se ratificó la sentencia para el expresidente y 19 personas más por el delito de cohecho.
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Otra de las consecuencias que afrontará Correa es que los derechos establecidos en el artículo 61 de la Constitución quedan suspendidos. Esto implica que tampoco podrá sufragar en ningún proceso electoral, presentar proyectos de iniciativa popular, fiscalizar actos de poder público, proponer la revocatoria del mandato a una autoridad o estar afiliado a un partido político.
El expresidente si puede apoyar indirectamente a Centro Democrático y Fuerza Compromiso Social, pero no ocupar puestos directivos en estas organizaciones políticas. La pérdida de los derechos mencionados estará vigente durante los 8 años de pena privativa de libertad. Si no cumple la sentencia judicial, los derechos no serán restablecidos.
Sin embargo, las sanciones penales y civiles contra Correa no implican su muerte política, según opina el politólogo y analista César Ulloa. Desde su perspectiva, la “muerte electoral” no significa que dejará de liderar a la corriente ideológica basada en su figura. Para Ulloa, el correismo permanecerá activo, como lo es el peronismo en Argentina o el Chavismo en Venezuela.
El politólogo agrega que en la política ecuatoriana lo que se producirá con su inhabilitación electoral es un recambio de cuadros al interior de los partidos. Esta será la oportunidad para que nuevos nombres tomen el liderazgo de los movimientos políticos ante la ausencia de quien fue presidente por 10 años.
¿Es el fin del correismo? Lee la entrevista completa con César Ulloa
Para Correa, la “injusta audiencia” en su contra generará también que mantenga una vida en Europa, donde reside desde que finalizó su último periodo presidencial. A modo de excusa, el exmandatario aseguró que esto le permitirá radicarse con su familia en Bélgica, algo que se contrapone a sus aspiraciones públicas de regresar al Ecuador para retomar el poder. (I)