Más de 3 millones de emergencias atendidas y 8.100 vidas salvadas a nivel nacional es el resultado del trabajo efectuado en los 2 primeros años de funcionamiento del Sistema Integrado de Seguridad ECU-911, que hoy cuenta con 15 centros operativos, distribuidos en igual número de ciudades de Ecuador. Para completar el proyecto solo falta levantar el edificio en las Islas Galápagos, con el que serían 16 los que presten servicio de seguridad en el país.

El nacimiento de esta iniciativa se remonta a 2011, cuando se presentó un proyecto para la creación de un número único de emergencias al presidente de la República, Rafael Correa, a quien correspondió en 2012 inaugurar el primer centro de operaciones en Samborondón, Guayas.

César Navas Vera, director ejecutivo del ECU-911, fue el proponente de este proyecto de seguridad que se ha convertido en un referente a nivel regional e internacional. Los detalles y avances sobre esta plataforma digital las entregó Navas a diario EL TELÉGRAFO.  

¿Cómo ha mejorado la seguridad con la instalación del ECU-911?
Anteriormente había muchos números para atender emergencias. En este momento se consolidó, a nivel nacional, uno solo que ha contribuido a la seguridad, apoyado por cámaras de videovigilancia que tenemos instaladas en 221 cantones. A nivel nacional contamos con 2.450 cámaras del ECU-911 y otras de municipios que han tenido la iniciativa de integrarse al sistema, con lo que suman unas 2.600, de las cuales el 80% de ellas está en el espacio urbano y el 20% en el rural. Hasta diciembre la CNT instalará las cámaras que faltaban en Taisha y Tiwintza, en la Amazonía.

¿Esto cubre la planificación del proyecto?
Queremos llegar a 4 mil cámaras, pero estamos diseñando, con el apoyo del Ministerio Coordinador de Seguridad, una estrategia para integrar las cámaras y circuitos de seguridad en espacios públicos y privados, por ejemplo, los centros comerciales. Así se ampliaría la capacidad de videovigilancia. Estamos hablando de 30 mil cámaras que estarían integradas al ECU-911. Adicionalmente, hemos integrado al sistema la plataforma tecnológica de ‘transporte seguro’ con cámaras de video al interior de buses y taxis; en total son 55 mil kits de seguridad entregados en la primera etapa del proyecto a la Agencia Nacional de Tránsito.

¿Cuál es el promedio de respuesta a las llamadas de auxilio?
Con el apoyo de la Policía y las directrices del Ministerio del Interior, un patrullero no tarda más de 3 minutos y en algunos casos llega en máximo 7, esto depende de la  ubicación geográfica del incidente y del recurso. En el tema de atención prehospitalaria registrábamos tiempos que superaban los 15 minutos, pero al momento tenemos un promedio de 7 y esperamos llegar a 5 como máximo. En la zona rural, el tiempo de respuesta de auxilio es de 20 minutos.

¿Cuántas ambulancias prestan servicio?
Con la incorporación de las 250 ambulancias del Ministerio de Salud más las de Cruz Roja, Bomberos y  Comisión de Tránsito, tenemos 560 a nivel nacional. Trabajan 3 médicos en turnos las 24 horas.

¿Para evitar las llamadas en espera, qué medida se adoptó?
Aumentamos el número de operadores, ahora son 1.050 que trabajan en las consolas telefónicas y las personas son atendidas adecuadamente, ya que se contesta una llamada a las 3 timbradas. Tenemos un departamento interno dedicado al control de calidad, que mide el desempeño de los funcionarios y la manera como cumplen los protocolos.

¿Cómo lograron armonizar a todas las entidades de seguridad?
Es nuestra fortaleza y nos ha catapultado a convertirnos en un referente regional y mundial. Cuando vienen delegaciones de otros países a visitar los centros se sorprenden al observar al policía trabajando junto al militar, el médico, funcionarios de Cruz Roja, bomberos y agentes de tránsito. Esta integración y coordinación no existía antes, ahora hay un consenso y establecimos líneas de coordinación, el único beneficiado es el ciudadano.

¿Cómo operó el ECU-911 en las emergencias por los temblores?
La plataforma fue el principal soporte de la gente. En el lapso de una hora, luego del primer temblor en Quito, se atendieron 700 llamadas de personas que necesitaban información sobre sitios seguros, consejos de seguridad para reportar algún tipo de daño y emergencias médicas. Las autoridades del COE utilizaron la sala de mando y control para la toma de decisiones. Aquí estuvieron el Primer Mandatario, alcalde, ministros, que manejaron la emergencia en este edificio que está diseñado para resistir un sismo de nivel 8.

¿Qué medidas adoptaron para evitar que se difundan en las redes videos sobre crímenes?
En el caso del video que se difundió por las redes sociales sobre un policía que mató a un taxista, se comprobó que fue personal de la Policía que lo subió, lo que ya fue sancionado. Esto nos permitió  identificar que debemos mejorar la cadena de custodia y las responsabilidades de las personas que manejan esa información.

¿Qué solución dieron a las grabaciones que no llegaban a tiempo a las audiencias de flagrancia?
Creamos una plataforma informática que nos permite manejar ese proceso en 4 horas. El fiscal, a través de un correo, pide el lugar y margen de tiempo sobre el cual quiere el video; nosotros lo editamos y enviamos un usuario y clave al agente para que pueda  acceder al video. Además, cuando el analista del ECU-911 mira un delito en progreso, lo graba y lo envía al fiscal de turno.

¿Cuál es el presupuesto para la operatividad del sistema?
Un total de $ 270 millones se han invertido en los 16 centros del ECU-911. Tenemos aprobado un presupuesto anual de $ 60 millones para el mantenimiento operativo. Y 1.822 personas trabajan en estos sitios.

¿Hay interés de otros países en replicar el sistema?
Venezuela está implementando un sistema similar; una delegación de Chile viene en septiembre para conocer el proyecto; Brasil y Colombia también han manifestado su interés en asesoramiento.