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Las boletas irán acompañadas del servicio para que la ayuda sea inmediata

Con el 5 del celular se puede evitar una tragedia doméstica

Con el 5 del celular se puede evitar una tragedia doméstica
19 de febrero de 2014 - 00:00

Un ruido inesperado en la madrugada despertó a los vecinos del sector de los Dos Puentes, en Quito. Era Juan Pablo O., de 30 años, quien, como ya era su costumbre, llegaba borracho después de las reuniones con su familia o amigos.

Los gritos que profería mientras golpeaba la puerta de su casa, no eran nada en comparación con la violencia con que trataba a su esposa Tatiana Ch., de 28 años, cada vez que ingería licor.

Luego de 6 años de convivencia, durante los cuales recibió golpes en al menos 5 ocasiones, Tatiana Ch., con el apoyo de su familia, decidió presentar una denuncia en la Unidad de Violencia Intrafamiliar del Consejo de la Judicatura de Quito, en Juan L. Mera y Veintimilla.

Los 3 hijos de la pareja, 2 varones de 6 y 3 años y una niña de apenas 3 días de nacida, no han sido motivación suficiente para que Juan Pablo cambie su carácter agresivo, a pesar de que en múltiples ocasiones ha prometido que lo hará.

La paciencia de Tatiana Ch. se agotó el último sábado, cuando aún convaleciente en el hospital, con su última bebé, Juan Pablo llegó y se llevó a su hijo de 3 años a la casa, donde comenzó a libar con unos amigos. “Eso sí que no lo iba a permitir, que mi hijo presencie ese escenario”, manifestó la mujer.

 

La violencia que genera el hombre en el hogar se suma a los celos que siente, ya que en una discusión llegó a mencionar que el segundo hijo de ambos “no era suyo”.

Mary C., madre de Tatiana, y quien acompañó a su hija a la Unidad Judicial, afirma que más allá del problema de violencia y de celos se agrega el total desinterés de su yerno en buscar trabajo fijo para mantener su hogar.
Ambas manifiestan que en este tiempo -6 años- él se volvió cómodo al recibir ayuda económica de sus suegros, y de su esposa, para el sostenimiento de sus hijos.

Con base en esa comodidad que siente, incluso se ha ausentado de la casa por alrededor de 15 días cuando hay cuentas por pagar, y regresa después, cuando están canceladas. Juan Pablo ha llegado a exclamar de manera desafiante: “Me voy a la cárcel, pero no pago”.

El maltrato físico y psicológico que sufren Tatiana Ch. y sus hijos es lo que ha motivado a la esposa a denunciarlo, para que le emitan una boleta de auxilio.

En otro caso, Anita Ch., de 19 años, tuvo una convivencia normal y sin problemas con su esposo ‘José’ (nombre protegido) durante 5 años en el sector de La Ferroviaria de Quito. Todo estaba bien, hasta que ella comenzó a trabajar en una lavandería hace seis meses. “¿Por qué te arreglas así?... ¿Por qué llegas a esta hora?”, fueron algunos de los cuestionamientos que el hombre empezó a hacerle.

El último viernes golpeó a Anita, por lo que ella presentó la denuncia en la misma unidad. Liliana Ch., hermana de Anita, indicó que su cuñado ‘José’, de 24 años, siempre actuó tranquilo, pero que se volvió violento desde que ella trabaja.
En la Unidad de Violencia Intrafamiliar, ubicada en las calles Juan L. Mera y Veintimilla, en Quito, se receptaron 1.767 causas desde julio hasta diciembre de 2013, y 491 en enero del presente año.

Botón de pánico para mujeres maltratadas
Tanto Tatiana Ch., como Anita Ch., víctimas de violencia intrafamiliar, una vez reciban su boleta de amparo también contarán con el servicio de botón de auxilio en su teléfono celular, en caso de que sus convivientes se vuelvan agresivos.

El Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) comunicó el último viernes en el Centro de Equidad y Justicia en Quitumbe, en el sur de la capital, el plan diseñado para ayudar a las víctimas de violencia intrafamiliar.

José Vaca, director nacional de Acceso a los Servicios de Justicia de la Judicatura, explicó que los magistrados de violencia intrafamiliar deberán, junto con la boleta de auxilio que se expida a favor de una persona, ordenar que las denunciantes asistan a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) más cercana y en esa dependencia registren sus datos: nombres completos, números telefónicos convencionales y celulares, dirección domiciliaria y de trabajo.

De esa manera, cuando la persona marque la tecla 5 de su teléfono móvil, o el fijo 3800064, la Policía acudirá en su ayuda, máximo en 5 minutos. De esta manera se intenta prevenir desenlaces fatales.

El número de botones que la Policía tiene proyectado instalar guarda relación con la cantidad de denuncias que se presenten.

Hay 80 jueces de Violencia Intrafamiliar en el país, donde las mujeres reciben asistencia legal gratuita, así como atención médica y psicológica.

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