Chilla da el último adiós a las víctimas del trágico accidente
Llanto y dolor se vivió ayer en el cantón Chilla al dar el último adiós a 16 de las 18 víctimas del suceso ocurrido, el pasado viernes, en la vía Chilla-Pasaje, en el sitio conocido como la “Ruta del Diablo”. Eran cerca de las 11:00 cuando, con la bandera del cantón a media asta, se inició la misa campal en el parque central de la localidad.
El sepelio de las otras dos personas se realizará mañana. Se trata de Vilma Arias y su pequeño hijo, de un año y 6 meses, quienes murieron la madrugada del sábado y domingo, respectivamente.
Arias falleció en la clínica “La Cigüeña” y su bebé en el Hospital Teófilo Dávila (HTD) de Machala.
El padre del infante Iván Erreyes, quien se encuentra con laceraciones en el HTD, aún no ha sido informado del fallecimiento de sus seres queridos. La familia viajaba como todos los años para participar en la romería de la Virgen de los Remedios, de la parroquia Guizhauiña.
Para la familia de Mercy Emérita Nagua Sandoval, otra de las personas fallecidas, la pérdida de uno de sus integrantes no es lo único que los atormenta, pues en la clínica “La Cigüeña” están ingresados sus hijos de 14, 13 y 5 años y el cónyuge, Julio Malla Pindo, quienes están fuera de peligro. Se esperaba que los médicos les dieran de alta ayer para que asistieran al funeral.
Mercy Nagua era profesora de alfabetización desde hace más de 10 años y su sueño era que todas las personas adultas aprendan a leer y escribir. Ella murió con diferentes golpes en su rostro.
Su esposo, en cambio, es profesor de Educación Física en las diferentes escuelas del cantón.
La concejala de Chilla, Janeth Paltín Pindo, también está de luto, pues sus padres, Manuel Aurelio Paltín Macas y Zoila Luz PindoYupangui, murieron en el accidente.
Otras víctimas son los esposos María Magdalena Nagua Quishpe y Desiderio Velepucha, quienes viajaban para cumplir una promesa que habían hecho a la Virgen.
Ellos eran agricultores y juntos procrearon diez hijos.
Un familiar de la pareja, que prefirió no identificarse, señaló que el chofer al parecer se encontraba en estado etílico y le dio el volante al ayudante, quien no conocía bien el camino y por la densa neblina cayó en el abismo.
Manifestó que hasta la fecha no han recibido ayuda por parte de los representantes de la cooperativa de transporte. No obstante, aclaró que el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) ayudó a las familias de las víctimas para que las sepultaran.
Mal estado de buses
Los habitantes de la localidad se quejaron por el mal estado de los buses de la Cooperativa de Transporte Chilla, ya que, según ellos, “están demasiado viejos”. A esto se suman las quejas por la falta de señalización y la vía en mal estado.
El alcalde de Chilla, Richard Cartuche, dijo que las cooperativas ya deberían desechar los buses viejos. “Nosotros no somos ganado, tanto la Trans Chilla y la Trans Guanazan ya tienen los buses deteriorados”, aseguró el funcionario.