Las personas que fallecieron durante el operativo antidelincuencial, efectuado en una farmacia de Guayaquil en 2003, fueron ejecutadas por la espalda y la escena de los hechos fue alterada.

Esas fueron algunas de las conclusiones que se conocieron esta mañana en el quinto día de audiencia de juicio por el denominado caso Las Dolores, que se realiza en la Corte Nacional de Justicia, de Quito.

Entre la tarde de ayer y la mañana de hoy, el tribunal de la Corte Nacional de Justicia receptó las versiones de 5 especialistas extranjeros quienes coincidieron en señalar que los gendarmes habrían tenido una acción desproporcionada. 

Los peritos venezolanos reiteraron que los uniformados se encontraban bien armados, mientras que los presuntos asaltantes que habrían ingresado a la farmacia solo llevaban 2 pistolas.

Entre los informes que se presentaron se conoció que los cadáveres tenían balas de ingreso por la espalda; solo 2 cuerpos contaban con balazos de frente, pero también hubo orificios por la espalda.

Entre los especialistas que fueron designados se encuentran Jesús Suárez, quien analizó las armas y las balas utilizadas durante el operativo y Tania Colmenares, quien explicó la trayectoria de las balas en los cuerpos.

Dolores Vélez, esposa de una de las víctimas y denunciante particular, cuestionó las actuaciones de los agentes.

"Las ejecuciones que se dieron es una masacre. Todos estos disparos han sido por la espalda. No se puede tapar el sol con un dedo. Doy gracias a Dios por la oportunidad que se nos está dando, de poder ver lo que realmente está pasando en este caso", dijo.