Carlos Pareja y su travesía por las cárceles de Ecuador
Carlos Pareja Yannuzzelli (“Capaya”) se entregó a la justicia ecuatoriana en agosto de 2017, luego de casi un año fuera del país. El primer recinto penitenciario que pisó fue “La cárcel 4”, en el norte de Quito.
Ahí estuvo recluido poco más de dos meses, hasta que el 2 de octubre fue apresado el exvicepresidente Jorge Glas Espinel y llevado al mismo recinto carcelario.
“Capaya” fue trasladado al Centro de Privación de Libertad Regional de Latacunga, en la provincia de Cotopaxi.
Su primer lugar asignado fue el pabellón transitorio, pero una vez más por la llegada de Glas fue movido.
El exvicepresidente, ya sentenciado por asociación ilícita dentro del caso Odebrecht, fue sacado de la Cárcel 4 y llevado a la cárcel Regional de Cotopaxi el 21 de octubre de 2018.
Entonces, Pareja fue reubicado en el Centro de Detención Provisional (CDP), levantado en los mismos predios para albergar a contraventores de la ley y detenidos por apremio.
Así lo precisó Miguel Revelo, abogado de Carlos Pareja, quien conoció que su defendido fue llevado nuevamente al área transitoria el domingo 23 de junio de 2019, a las 18:00.
Dos días después, el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) envió un comunicado con la noticia de que Pareja Yannuzzelli había sido trasladado a la cárcel de Ambato (Tungurahua).
Edmundo Moncayo, director del SNAI, manifestó que el cambio se hizo por pedido de la Fiscalía General del Estado, considerando que se trata de un testigo protegido.
Visita en la cárcel
Miguel Revelo, la mañana de ayer, viajó hasta el cantón, ubicado en la Sierra centro del país, para verificar que su representado se encuentre en el sitio y de ser así comprobar “si se cumple con las garantías de seguridad”.
El abogado Revelo se reunió en el patio del penal con Pareja desde las 14:00 hasta las 16:30. “Está desmejorado, pero la voluntad de él es inquebrantable y seguiremos apoyando a la Fiscalía”.
Para él, la vida de su defendido está en riesgo desde que se firmó el acuerdo de cooperación eficaz (en septiembre de 2017), “porque hay mafias que quieren tapar la verdad”.
Además rechazó que el cambio de Pareja haya sido público, cuando al ser un testigo protegido su ubicación debe ser reservada.
De la cárcel de Ambato no se conoce hechos violentos. Lo último registrado por los medios de comunicación fue la fuga de un preso durante la presentación de la construcción de un centro lúdico.
El SNAI comunicó que en ese recinto hay 634 internos y que se caracteriza por la participación de estos en actividades educativas, laborales, artísticas, culturales y deportivas. (I)