Caras nuevas en los juzgados tras las sanciones a judiciales
Los juzgados de lo Civil de Guayaquil, que la semana pasada estuvieron en mira por la salida de sus principales funcionarios, reanudaron ayer sus actividades con nuevos rostros.
Kelttya López, Félix Herrera y José Torres constan entre algunos de los operadores de justicia que reemplazarán a los diez magistrados sancionados por no despachar ágilmente los juicios en los que intervino el Banco Central del Ecuador y que fueron iniciados en contra de los deudores de la banca cerrada.
El Consejo de la Judicatura de Transición (CJT) resolvió, el 12 de enero anterior, suspender por treinta días (sin goce de remuneración) a los nueve jueces que incurrieron en esta irregularidad.
También se destituyó al juez Primero de lo Civil de Guayaquil, Ricardo Rivadeneira Jiménez, por haber cometido por tres ocasiones faltas disciplinarias graves.
El abogado Félix Herrera es el encargado de suplantar a Rivadeneira hasta que el CJT resuelva designar a un titular. “Él (Herrera) queda como temporal porque las sanciones tienen, de todas maneras, recursos en los que (el funcionario sancionado) puede pedir la reconsideración”, detalló Raúl Quevedo, director del CJT en la provincia del Guayas.
A medida que se entregaron las notificaciones a los jueces suspendidos, explicó el director Quevedo, los despachos fueron ocupados por los nuevos judiciales.
José Torres, quien reemplaza a Shirley Ronquillo, ex jueza temporal del Juzgado Trigésimo Primero de lo Civil, dijo que su función será la de tramitar de la forma más ágil los procesos pendientes.
Manifestó que su designación se da según la ley que establece la figura de los jueces temporales. “Somos escogidos por medio de un sorteo y al favorecido le encargan el juzgado, en este caso se da por una suspensión de 30 días”, explicó.
Quevedo pidió tranquilidad a los operadores de justicia con el fin de que la salida de ciertos empleados del sector judicial no se considere como una “cacería de brujas”.
Aclaró que “si bien es cierto existen muchos procesos disciplinarios, no todos terminan en sanción”.
Detalló que el problema es regresar a una institución, como la anterior, “en la que existían procesos disciplinarios, pero no se aplicaban las sanciones”.