Capturan a miembros de banda dedicada al plagio
Una banda dedicada al plagio de personas fue desarticulada por la Unidad Antisecuestro y Extorsión de la Policía Nacional. Se trata de la organización criminal que secuestró, el 16 de junio pasado, aproximadamente a las 11:30, a los hermanos Kléber y Nilo Acosta Loja.
Los captores pedían a cambio de la liberación de ambos 500.000 dólares, sin embargo, se pactó al final 10.000 dólares por uno de ellos. El mismo día -cerca de las 14:30- fue liberado Kléber Acosta con la condición de que consiga el dinero pactado.
Los delincuentes le dieron, al primer liberado, estrictas instrucciones para que cumpla el pago. “Una vez que llegué a Guayaquil me pidieron que me traslade hasta un local comercial ubicado a la altura de la Avenida de las Américas, frente al aeropuerto... una vez en el lugar debía tomar un taxi hacia la Academia Naval Guayaquil, sitio en el que me esperaba un hombre de camiseta roja”, según el parte policial en el que la víctima narra lo ocurrido.
Jairon Antonio Pillasagua Sánchez lo esperaba para que le entregue el sobre con los 10.000 dólares pactados. Ahí fue entregado el monto con la condición de que lo llamarían en unos minutos.
El intercambio final se cumplió cuando Pillasagua llamó vía telefónica a Kléber para informarle que su hermano había sido liberado en la Avenida de las Américas.
Joel Loaiza, jefe del Cuarto Distrito de la Policía, explicó que una vez comprobado que el plagiado estaba fuera de peligro se hizo un seguimiento a los vehículos que estuvieron presentes en el momento que se entregó el dinero.
Así se logró la retención de la camioneta D-MAX, de placas PDB-7496, en la cual se hallaban Pillasagua acompañado de Javier Araujo Dorado y el ex policía Richard Patricio Morales Loor.
El oficial detalló que al momento de la aprehensión se fugaron dos personas más que estaban junto con los ahora detenidos y otros sospechosos que se encontraban en un automotor distinto.
En otro caso fueron capturados los implicados en los asesinatos de los policías Galo Córdova y Jacob Cedeño, acribillados por distintas bandas criminales. Se sospecha que no tienen relación ambos casos.