En los primeros 5 meses de este año, los perros policías detectaron más de 5 toneladas de alcaloide en el país. Esto como resultado del trabajo que lleva adelante el Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC) de la Policía Nacional, una de las unidades indispensables en la lucha contra el narcotráfico.

“La capacidad olfativa de los perros es 2.000 veces superior al de los humanos, por eso se han convertido en parte fundamental de la institución policial, sin ellos no habría el éxito que estamos logrando, son unos verdaderos héroes”, reconoció el capitán Geovanny Gavilanes, instructor del centro canino.

Pero esta capacidad necesita ser conducida apropiadamente, por este motivo es esencial que no solo los instructores sean escogidos, sino también los canes que deben pasar por pruebas rigurosas de selección para determinar en qué tipo de servicio podrían colaborar.

“Cada vez que un perro llega a la unidad se analiza con quién de los instructores podría desarrollarse mejor. La empatía es importante y eso determinará su desempeño en el trabajo que se le asigne”, explicó Gavilanes.

Una vez analizados los comportamientos del guía y del perro se asignan las parejas que siempre estarán juntas.
La decisión sobre a qué servicio irán los perros depende de su actitud en el momento de jugar, por lo general los más activos o juguetones sirven para la detección de drogas.

Esta actitud fue de lo primero que se percataron en Fifi, una perra labrador de 3 años y medio que trajeron de Holanda.

“Desde que la soltamos en el patio nos dimos cuenta de que no paraba de jugar, desde entonces se ha convertido en la agente canina que más se destaca, Fifi tiene un promedio de 8 capturas mensuales hace 2 años que acompaña en los operativos antidrogas, manifestó el instructor.

Un perro detector de drogas puede laborar sin problema hasta 8 años, luego se lo jubila y se le busca un hogar adecuado para que lo adopten y “se dedique a ser un perro normal por el resto de su vida”, explicó.

El 99% de los guías adoptan a los perros con los que ha trabajado “hay un vínculo muy estrecho que jamás se rompe”, explicó el oficial.

Cada canino tiene su propio guía

El centro canino tiene un contingente de 320 perros, cada uno tiene su instructor o guía, distribuidos en todas las unidades, solo 200 están dedicados a la detección de drogas.

“Todo el día estamos con el perro que aprende a base de la repetición”, su motivación principal es el juego y su recompensa es su juguete preferido, que puede ser un muñeco pequeño o una pelota de determinado color, a la que reconocen por el olor, explicó el cabo Marco de la Cruz, instructor hace 9 años.

El capitán Gavilanes confirmó que tienen mucho cuidado con los perros, cuando trabajan detectando drogas, “la inhalación de alcaloides les puede causar un paro cardiorrespiratorio, su organismo es pequeño y no resiste los químicos, por eso cuidamos que nunca lleguen a oler directamente la droga, para los entrenamientos utilizamos sustancias con aromas parecidos en pequeñas cantidades”.

Hasta el momento funcionan 17 entidades de este tipo. La Unidad Canina Móvil Antinarcóticos efectuó operativos de detección de pasajeros con droga, organizaciones de narcotráfico y las ‘mulas’ o correos humanos, en los aeropuertos de Quito y Guayaquil, Contecon de Guayaquil, Terminal Portuaria de Guayaquil, Fertisa, Latacunga, Tulcán, Loja (Catamayo), Baeza, Mascarilla, Lago Agrio, Galápagos, Machala, Manta y Esmeraldas.

En este año, el Centro de Adiestramiento Canino (hasta mayo) ha incautado 4 toneladas 919 kilos de clorhidrato de cocaína, 33 kilos de heroína y 213 kilos de marihuana.