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Camila Isabel enfrenta una condena y un juicio

En la casa de Soria, en el conjunto residencial Vista Grande, en Quito, se cometió el crimen.
En la casa de Soria, en el conjunto residencial Vista Grande, en Quito, se cometió el crimen.
Foto: Daniel Molineros / El Telégrafo
03 de julio de 2017 - 00:00 - Redacción Justicia

Camila Isabel Ch. S., hija de la ginecóloga y accionista hospitalaria  Alexandra Elizabeth Soria Bohórquez, enfrenta una condena de cuatro meses de privación de libertad en el Centro de Rehabilitación Social Regional Cotopaxi por el delito de ingreso de objetos prohibidos, además fue llamada a juicio como autora mediata del presunto asesinato de su progenitora.

El 19 de agosto de 2016, Alexandra Soria, accionista de la compañía Hospifuturo S.A., ubicada en el edificio Axis, de prestación de servicios médicos con un capital de $1’500.000, llegó a su residencia, ubicada en la urbanización Vista Grande, donde se encontraba su hija menor, Camila Ch.S., estudiante universitaria y madre de una niña.

 A las 23:00 de ese día, Soria  Bohórquez fue asesinada a golpes en el garaje de su domicilio. Según los resultados de la necropsia, en la cabeza se localizaron siete heridas  que le ocasionaron hemorragia cerebral, laceración cerebral, trauma craneoencefálico secundario y trauma contundente, lo que le produjo la muerte.

Camila sostiene que su madre no llegó a casa y que, como estaba asustada por la intimidación de un hombre que le pedía $ 5.000, tomó la tarjeta de su progenitora y junto con un amigo sacó el dinero de varios cajeros. Ella llamó a sus familiares porque Soria no aparecía.

Su hermana mayor, Lizet Chamorro, denunció la desaparición de la ginecóloga.

Durante la recepción de testimonios, los guardias de la urbanización aseguran que Soria sí llegó a su casa. La versión  de Jonathan Echeverría Ramos es más contundente cuando dice que a las 23:00 del 19 de agosto, Camila Ch. ingresó al conjunto residencial en su carro, color rojo, acompañada de un hombre que  “evitaba lo miraran al rostro. Ella dijo que tenía la valla alzada porque estaba apurada e iba a salir ‘embalada’”. Así fue. A los 10 minutos salió la joven en el vehículo de su madre, color verde oscuro.

Los agentes policiales hallaron el 21 de agosto el cuerpo de Soria en su propio auto.

Además establecieron que Francisco Arias Calderón sacó dinero de una tarjeta de débito de la víctima los días 19 y 20 de agosto de 2016. Él confesó que sacó esos valores con autorización de Camila.

Los agentes de la Dirección Nacional de Muertes Violentas (Dinased) que actuaron en el primer día  de la diligencia sospechaban que Camila estaba mintiendo, lo que después fue confirmado en las indagaciones que llevaron a identificar a los presuntos responsables del crimen de la ginecóloga. De acuerdo con las investigaciones, reveladas por la Fiscalía en la audiencia preparatoria de juicio, “este hecho fue planificado y ejecutado por su propia hija, Camila Isabel, quien contacta, propone, instiga y contrata a Ángel Víctor G.Z. para cometer el crimen. El cadáver fue colocado en la cajuela del auto de la víctima en una maleta y luego abandonado en la Panamericana Norte OE8-F”.

Además indicó que existen graves presunciones de la participación de los procesados, Camila Ch. S., en calidad de autora mediata; Ángel Víctor G. Z., autor directo, y Francisco A.C, en calidad de cómplice, por consiguiente, de conformidad con las  normas constitucionales y de conformidad con lo establecido en el artículo 608 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), el juez dictó auto de llamamiento a juicio en contra de los tres imputados, a quienes se les confirma la prisión preventiva.

En la audiencia de sobreseimiento de  Alejandro Manito Hernández, amigo de Camila, ella confiesa que las anteriores versiones no son ciertas.

“Yo no le hice daño a mi madre, nunca he tenido problemas con ella, nunca me alzó la mano, siempre me brindó su apoyo, ella me pagaba los estudios, era quien velaba por mí y por mi hija, Francisca Isabela Jiménez Chamorro. Me enteré de su muerte el 21 de agosto de 2016”.

Condena de 4 meses

Ya en el centro de rehabilitación social, regional Cotopaxi, Camila fue acusada de ingresar objetos prohibidos a la prisión. En la audiencia de procedimiento abreviado se dijo que hallaron en el baño un chip de teléfono celular. Cuando ella fue requisada se le cayó el accesorio.

El 4 de abril de 2017, el juez le impuso una pena de cuatro meses de privación de libertad que concluirá el 4 de julio. (I) 

Datos

El 18 de junio de 2016, Alexandra Soria y su hija, Camila Chamorro, se encuentran en la UTE. Camila busca una matrícula a fin de continuar una carrera.

Alexandra Soria Bohórquez era accionista de la compañía Hospifuturo, con un capital de $ 1’500.000. Ella trabajaba como ginecóloga. Tenía dos hijas, Lizet y Camila, con esta última vivía en Vista Grande.

Camila tiene una hija pequeña y su pareja reside en Estados Unidos, donde quería su progenitora que viajase junto con su nieta. Ella se había quedado en una materia en la UDLA, donde le dieron cupo.

El 19 de agosto de 2016, Alexandra Soria llegó a su casa y en el garaje fue golpeada brutalmente, lo que le causó la muerte.

Dos días después fue hallada en una maleta en la cajuela de su auto, que había sido abandonado en la Panamericana.  

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