Cuatro niños fueron asesinados la noche del lunes por Wayne Lindsey Jr., de 35 años. El hecho ocurrió en la ciudad de Orlando, Florida, publicó diario El País.

El atacante, quien estuvo atrincherado en un apartamento con los menores desde el domingo en la noche, se suicidó después de matarlos. Aún no se sabe cómo los liquidó.

La novia de Lindsey Jr. llamó a la Policía el domingo en la noche para denunciar que su pareja la había agredido. Cuando llegaron los agentes para abordar lo que consideraron un caso de violencia doméstica, el atacante abrió fuego contra un policía y se atrincheró en el piso con los cuatro niños: dos de él y dos de su novia, informa Orlando Sentinel.

Las edades de las víctimas eran uno, seis, 10 y 11 años. La mujer escapó y el complejo de viviendas fue desalojado.

Los agentes policiales hablaron al menos cinco veces con el sospechoso para resolver la situación de manera pacífica. La negociación duró más de 21 horas.

Lindsey Jr. tenía antecedentes penales por incendio premeditado y violencia doméstica y había ingresado en la cárcel del condado de Volusia, en el norte de Florida, varias veces desde 2004.

Los intentos de los policías de entenderse con el sospechoso terminaron cuando un agente se percató de que había un niño muerto en el suelo del apartamento.

Las autoridades decidieron iniciar un operativo de rescate. Pero cuando ingresaron en la vivienda, ya todos los cuerpos estaban sin vida.

El atacante aparentemente se suicidó dentro de un armario después de asesinar a los menores.

“Hemos trabajado duro para que esta situación terminara pacíficamente. Desafortunadamente ha tenido un final trágico y triste”, indicó John Mina, jefe de la Policía de Orlando.

Mina pidió a las personas rezar por el agente Kevin Valencia, quien sufrió heridas de “mucha importancia” al ser tiroteado por Lindsey Jr.

El policía permanece en estado crítico en el Centro Médico Regional de la ciudad, donde fue operado del disparo que recibió en el rostro durante el hecho. (I)