Ana fingió un secuestro para conseguir $ 20.000
A Ana se la escuchaba asustada. El llanto casi no la dejaba hablar. “Ay ñaña por favor ayúdame... no seas mala”, le decía a su hermana Lourdes a través de un audio de Whatsapp. Ella poco antes había recibido otro mensaje de voz en el que un hombre, con insultos, le advertía que mataría a su pariente y también a ella si no le entregaban dinero.
“Quiero mi plata mañana, a las 10:00, maldita, si no te lo juro que la vas a encontrar, pero muerta. Tengo gente que te está vigilando y te van a matar, solo tengo que hacer una llamada”. Los secuestradores exigían la cantidad de $ 20.000 a cambio de la libertad de la mujer.
Lourdes estaba desesperada pues además le enviaron fotos de Ana amarrada, con la boca amordazada y otra donde se la veía semidesnuda con sangre en la barriga. La mujer denunció el caso a la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased).
Un agente que pidió la reserva de su nombre indicó que la mujer fue encontrada, el sábado 24 de junio haciendo caminata deportiva sola por un parque de la ciudad de Cuenca. Vestía un calentador negro, una chompa roja con negro y una gorra. Lo del secuestro era mentira.
Ana, la supuesta víctima, fue capturada, pero también fueron aprehendidos los dos individuos que la habrían apoyado a fingir el delito. Estos fueron identificados como Luis Gabriel G.S., quien tiene una detención en 2012 por tenencia ilegal de armas de fuego; y Marcos Vinicio T.O., que registra cuatro arrestos desde 1992 a 1999 por robo y armas.
El individuo sale sonriente en la foto tomada por la Policía. “Las fotos las mandaba ella desde su teléfono o los de sus cómplices. Uno fue expareja de la mujer y el otro es el yerno de este. Ella les ofreció $ 1.000 a cada uno”.
Una familiar de Ana le reveló a los investigadores que esta no era la primera vez que ella era ‘secuestrada’, por lo que presume que las tres anteriores -en las que sí pagaron por el rescate- ocasiones que no denunciaron también fueron falsas.
Joven ‘cautiva’ paseaba en moto
Este no fue el único caso de simulación de secuestro reportado en los últimos días. En Guayaquil una mujer también llamada Ana salió de su casa el pasado viernes hacia el centro de la ciudad.
Horas después su madre recibió llamadas y mensajes de texto a su celular en los que un individuo le revelaba que su hija había sido secuestrada y que para liberarla debían entregarle $ 3.000. Caso contrario atentarían contra su vida.
La progenitora denunció el hecho en la Unase y en horas de la madrugada del sábado encontraron a la supuesta secuestrada paseando en una moto por el sector Samanes, en el norte de la urbe.
La chica iba con quien sería su enamorado, identificado como Édison Gabriel P.C. A los jóvenes se les encontró el celular desde el cual se realizaban las comunicaciones con fines de extorsión. Ahí estaban las fotos que le habían enviado a la progenitora donde aparecía Ana despeinada, con un trapo en la boca y cara de asustada. Ambos fueron capturados por los agentes policiales.
La pareja, que no registra antecedentes penales, quedó con prisión preventiva por el delito de simulación de secuestro.
William Aguilar, fiscal de la Unidad con Competencia en Delitos Flagrantes, explicó que esta conducta está tipificada en el artículo 163 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). La sanción oscila entre los seis meses y los dos años de privación de la libertad.
Según cifras de la Dinased, en lo que va de 2017 se han presentado cinco casos similares, en los que fueron aprehendidas 12 personas. (I)