Para los que conocen desde la infancia y adolescencia a Reynaldo Gustavo Zamora Sandoya, alias el ‘Rey Zamora’, el ‘Gato Zamora’, el ‘Rey del Escape’ o ‘Ricardo’, sus actividades delictivas comenzaron antes de los 18 años, cuando se vio involucrado en pequeños robos que no trascendieron en el ámbito de la crónica roja de Guayaquil, Ecuador.

Transcurrieron 7 años y aquel nombre comenzó a escucharse entre los investigadores del Servicio de Investigación Criminal (SIC) de la Policía Judicial.

El ‘Rey del Escape’

En 1978, en la barriada de las calles 27 y Medardo Ángel Silva, el ‘Rey Zamora’, ya se había ganado la fama de “sabido, vivo y escurridizo”, porque a pesar de los atracos que organizaba y actuaba, no era identificado, peor detenido. Su mentor fue Carlos Zambrano Caicedo, alias ‘Maestrito’.

Las publicaciones de la prensa de aquella época ya lo calificaban como el ‘Rey del Escape’. “Una de sus fugas más sonadas ocurrió en La Floresta I. La Policía lo tenía rodeado, pero uno de sus secuaces lanzó una granada que permitió su fuga disfrazado como gendarme. Lamentablemente para él, la explosión causó la muerte de uno de sus hermanos y del ‘Patojo’, otro de sus seguidores de fechorías”, narró desde el anonimato uno de los reporteros de un diario vespertino de la época.

En 1985, los agentes del SIC lo asociaban como parte de grupos delictivos, entre ellos ‘Los Peter’ y la ‘Banda del Bronco Rojo’. Además, era comparado con Rigoberto Castro Sánchez, alias el ‘Patucho Rigoberto’, un peligroso robacarros que llegó a tener protección de policías y funcionarios corruptos.

Zamora Sandoya, en ese momento, según la institución policial, integraba la organización que comandaba Geovanny Ochoa Córdova, excapitán de la Policía Metropolitana.

Sin embargo, 5 años después, ya tenía su propia banda de asaltantes, integrada por más de 100 malhechores, entre ellos   miembros de la Infantería de Marina. Así lo estableció la Unidad de Inteligencia de la Policía Nacional.

Las pesquisas determinaron que en el mundo del hampa el ‘Rey Zamora’ mantenía una disputa por la fama con el ‘Patucho Rigoberto’, lo cual lo habría llevado a planificar y actuar en su asesinato el 19 de octubre de 1990, en las calles Maldonado y Chile. En ese hecho también murieron acribillados a balazos Mónica Pavón Zúñiga y Tomás Mosquera Fabre, conviviente y amigo del ‘Patucho Rigoberto’, respectivamente.

Desde ese momento, la Policía lo ubicó en la cima de la lista de los delincuentes más buscados a nivel nacional, lo cual no lo detuvo en su carrera criminal.

Sin embargo, el ‘Rey Zamora’ siempre negó su participación en el crimen del ‘Patucho Rigoberto’. Incluso, gente cercana a la ‘Banda del Bronco Rojo’, a la cual pertenecían los 2 individuos, mencionan que tenían una gran amistad y que fueron miembros policiales los que ejecutaron la masacre.

Después de esto, vino la vinculación de Reynaldo Zamora en más de 300 delitos, entre ellos asaltos a carros transportadores de valores y bancos. “Fue desde ese momento que el delincuente tuvo que moverse para mantenerse oculto de la Policía. Recuerdo que vivió en La Playita del Guasmo, los bloques multifamiliares de la Pradera III, el Suburbio, entre otras zonas”, recordó el reportero.

Un agente, que por esa época le seguía los pasos y pidió la reserva de su nombre, calificó a_Zamora como un delincuente muy hábil.

“Él compró a policías y eso hacía más difícil localizarlo. Si nos decían que planificó un robo en el norte, nos movíamos hacia allá y resultaba ser en el sur. En ese tiempo no teníamos los recursos para hacer contrainteligencia y descubrir casa adentro quién filtraba la información”.

También contó que secuaces del ‘Gato Zamora’, que fueron detenidos, revelaron que él decía que no aguantaría estar preso, incluso afirmaba que se suicidaría si eso llegara a ocurrir.

El agente rememoró que en  1992, en un operativo efectuado en el centro de Guayaquil, estuvieron a punto de capturarlo, pero el ‘Rey’ le disparó y escapó una vez más.

De acuerdo con la base de datos de la Policía Judicial, el escurridizo personaje sí estuvo detenido. En su ficha de antecedentes consta que el 1 de enero de 1991 fue capturado en Manabí por  “homicidio agravado en razón de parentesco”.

No está claro cómo ocurrió su aprehensión y qué pasó luego, pues pronto volvió a las calles.

Su salida del país

Hasta 1993, Zamora Sandoya se movió por todo Ecuador huyendo de la justicia. Al final, las investigaciones de inteligencia policial determinaron que salió del país por Huaquillas, llegó a Aguas Verdes y cruzó el territorio peruano hasta llegar a Bolivia. Ahí tomó un vuelo hacia Estados Unidos.

En tierras norteamericanas, el prófugo fue arrestado por primera vez el 2 de marzo de 1995 en Nueva York por hurto mayor, posesión criminal de propiedad robada, uso ilegal de un vehículo, resistirse al arresto y conducta desordenada. En el juicio al que fue sometido se lo declaró culpable y fue sentenciado a 9 meses de prisión.

El 9 de diciembre de 1998, pocos días después de salir, se produjo su segundo arresto en la misma ciudad por asalto con arma de fuego. Por este crimen fue condenado a 95 meses en la cárcel y se le impuso una multa de $ 1’350.000.

El 7 de septiembre de 2004, Zamora Sandoya cumplió su condena en la Institución Correccional Federal en Ray Brook, Nueva York. Un mes después fue deportado a Ecuador y estuvo 4 años en prisión en el pabellón Atenuado Alto de la Penitenciaría del Litoral, donde los presos tenían celdas con acondicionadores de aire, teléfono celular e internet.

Julio Vacacela, quien era fiscal en esa época, recordó que el individuo ofreció regenerarse. “Dijo estar viejo y prometió no meterse en más actos delictivos. Para mí no hay regeneración en esa clase de delincuentes”.

Ahora era vendedor de ropa

Zamora no niega su pasado delictivo, lleno de verdades y mentiras. Como anécdota, en la sala de redacción de un periódico de las décadas del 80 y 90, nació una caricatura que se denominó ‘El Patucho Maldito’, una mezcla del apodo de Rigoberto Castro y de las andanzas del ‘Rey’, de quien dicen era muy malo.

Pese a estas historias del bajo mundo criminal, el abogado Milton Gudiño, defensor del ‘Rey Zamora’, insistió a diario EL TELÉGRAFO que su cliente está alejado de la vida delictiva. Aseguró que antes de su detención, el 8 de junio, se dedicaba a la venta de ropa.

El jurisconsulto calificó como un error de la Policía el involucramiento de Zamora Sandoya, de 59 años, en actividades ilícitas. “Se está criminalizando su pasado... todos los delitos que le imputó la Policía prescribieron y al llegar pagó una condena injusta que ha derivado en una demanda contra el Estado presentada por Reynaldo Zamora a principios de año”.

Gudiño mencionó que hasta el momento, ni antes ni después de la audiencia, han tenido acceso al proceso donde supuestamente constan las pruebas (fotos y escuchas telefónicas) que inculpan a Zamora Sandoya por hechos delictivos.

Francisco Bodero Carrión, agente fiscal noveno de Soluciones Rápidas de la Fiscalía Provincial del Guayas, detalló que el individuo fue procesado por su presunta participación en el delito de asociación ilícita, sancionado con pena privativa de libertad de 3 a 5 años, según el artículo 370 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). “Hubo un seguimiento de 11 meses, existen escuchas, videos y fotografías. Ahora está en el pabellón 11 del Centro de Privación de Libertad de Adultos Varones Guayaquil N° 1, expenitenciaría del Litoral”.

Bodero mencionó que existen denuncias de personas asaltadas con una modalidad nueva. “Esta organización se dedicaba al asalto y estruche de casas utilizando sustancias psicotrópicas para aletargar a las víctimas”.

Una de las acusaciones fue asentada en Milagro, Guayas. Una mujer narró a la justicia que unos individuos la llamaron por su nombre y le preguntaron por el alquiler de un departamento, entonces los dejó pasar para atenderlos.

Una vez que los supuestos interesados ingresaron la hicieron inhalar una sustancia extraña y la ataron para llevarse más de
$ 10.000 y objetos de valor.

“Esta banda estaba liderada por Reynaldo Zamora, según consta en los seguimientos y escuchas realizadas, pero esto es tan solo la punta del iceberg, ellos planificaban algo mucho más grande”, aseguró Bodero.

Además, precisó que entre los 7 integrantes de esta red, participaba un policía en servicio activo, quien les proveía armas e información. Este último fue el único que recibió medidas alternativas a la prisión preventiva, los otros están apresados.

A pesar de los argumentos presentados, el abogado Gudiño reiteró que apelará el inicio de la instrucción fiscal contra el ‘Rey Zamora’ y los otros 5 detenidos. (I)