Agentes descubren a compañeros cargando droga en un patrullero

Los bloques tenían el dibujo de un búho, el mismo de los paquetes decomisados en una tricimoto 

En la cajuela del vehículo estaban los bultos con los paquetes y una de las placas del carro.

Era la 01:50 de ayer. Un patrullero policial circulaba sin placas y con balizas apagadas por las calles solitarias y poco iluminadas de la cooperativa Bastión Popular, en el noroeste de Guayaquil. Los agentes que conducían el vehículo no custodiaban a la ciudadanía, su fin era retirar unos paquetes con droga que permanecían ocultos en una vivienda color crema con rejas amarillas.

Del carro estatal se bajaron 5 personas. Aunque el silencio era absoluto, cada paso que daban era observado de cerca por investigadores de la Unidad de Información de Puertos y Aeropuertos (UIPA), quienes los interceptaron antes de que terminaran de embarcar el narcótico.

Uno de los 5 implicados escapó por los callejones. Entre los 4 que quedaron había 2 policías en servicio activo, un exagente y un civil.

El general Marcelo Tobar, comandante de la Zona 8 de Policía (Guayaquil, Durán y Samborondón), explicó que los gendarmes pertenecen a la Policía Judicial (PJ) y que el vehículo, aunque tenía pegado el identificativo del circuito Unión de Bananeros (en el sur de la urbe), fue asignado a la PJ. “Sin embargo, no estaban en su zona de responsabilidad, sus funciones son en Flagrancia en el centro, no en ese sector que es del distrito Pascuales”.

Precisó que uno de los policías, identificado como Guillermo R., tiene 6 sanciones disciplinarias desde 2009 y el otro, Édgar P., registra una. “En 48 horas se recabarán todos los elementos con los que serán sometidos al Tribunal de Disciplina y, probablemente, en una semana serán dados de baja. Esto aparte del proceso penal. Los malos elementos nos han hecho pasar vergüenza a los 48.000 miembros de la Policía Nacional”. 

En cuanto al ciudadano Marcelo R., quien  perteneció a la institución, indicó que fue dado de baja por mala conducta.

Adicionalmente era investigado por un mal procedimiento durante la atención de un caso de violencia intrafamiliar, donde hubo una persona fallecida, también por tenencia ilegal de armas de fuego.

El civil, en cambio, tiene 5 detenciones anteriores: 4 por robo y una por tráfico de drogas.

Un investigador de la UIPA, de quien  se reserva la identidad, detalló que en la cajuela del vehículo policial había 4 maletas con 98 paquetes rectangulares con cocaína.

Ahí también estaba la placa del vehículo: GEA-2496.

En el asiento de atrás, los agentes encontraron bultos y las armas de dotación de los policías. La carga ilegal estaba presuntamente destinada al tráfico internacional.

Los narcos la llevarían al Puerto Marítimo donde sería ingresada a los contenedores, a través de la modalidad ‘gancho ciego’. Esta consiste en romper los sellos de los vagones, ingresar los bultos con el alijo y volver a cerrarlos con candados clonados.

Santiago Rivadeneira, fiscal que intervino en el operativo, precisó que se investigará quién es el dueño de la droga y manifestó que pocos días antes detuvieron a una persona que conducía una tricimoto en la que transportaba 28 paquetes de estupefaciente. Por coincidencia esa carga y la decomisada ayer tenían el mismo logo impreso: un búho.

“Afuera se encontró un fierro con el que había sido forzada la puerta del inmueble para sacar la droga”.

Gabriel Jácome, abogado de los policías, manifestó que sus defendidos estaban de turno y justificó su permanencia en el sector “porque buscaban un vehículo robado”.

Guillermo Palacios, jefe (encargado) de la Jefatura de Antinarcóticos de la Zona 8, informó que en esa zona -de enero hasta el 29 de septiembre de 2017- los agentes decomisaron 18 toneladas con 753 kilos de alcaloide en 2.236 operativos. En estos controles 1.166 personas fueron aprehendidas. (I)