Un agente de la Policía gracias a su rápida reacción se salvó de morir, la madrugada de ayer, tras sufrir un atentado en instantes que ingresaba a su domicilio, situado en las calles 40 y la CH, Suburbio de Guayaquil.

Según el parte policial, el intento de asesinato se dio alrededor de la 01:00, cuando el uniformado Javier Coello Falcones, de 28 años, con el grado de cabo segundo, llegaba a su domicilio y en el momento que abría la puerta y  procedía a ingresar, dos sujetos desconocidos que se movilizaban en una motocicleta, cuyas características no fueron advertidas, le dispararon en repetidas ocasiones.

Por la rápida acción del uniformado, quien presta sus servicios en el Comando Sectorial del cantón Naranjal, en Guayas, abrió la puerta e ingresó, mientras que en las paredes exteriores de la vivienda quedaron los orificios como prueba de los impactos.

“Eso fue rápido, lo único que él hizo fue entrar a su casa para que no lo mataran, fueron como unos ocho tiros. A él muchas veces lo han amenazado, no se sabe sí es porque es policía”, relató Elizabeth Macías, prima del gendarme, quien tuvo varias heridas y hematomas en diferentes partes del cuerpo provocadas por el roce de las balas.

Al sitio llegaron los peritos de Criminalística de la Policía Judicial para recabar las evidencias (casquillos) e implementar un operativo en los alrededores de la vivienda del uniformado agredido, con la intención de dar con el paradero de los sospechosos. Sin embargo, no hubo ningún resultado.

Gendarme fallece tras ser atropellado por bus de la línea 66

El agente José Luis Polanco Ortiz, de 27 años, la noche del martes, falleció  en momentos que la moto color azul, placas HN891V, que era conducida por otra persona, fue embestida por un bus de la línea 66 que circulaba por las calles 38 y Vacas Galindo, Suburbio de Guayaquil.

La víctima tenía nueve años como miembro  policial del Distrito Portete y estaba a cargo de una de las UPC del citado sector. El día de la tragedia, salió franco luego de un programa de rendición de cuentas, que concluyó a las 22:00. Posteriormente, José Luis fue a visitar a su madre, como acostumbraba, cuando terminaba su guardia.