Un adicto supuestamente le quitó la vida a otro para escapar de clínica
Nolberto P. ingresó a su hijo a una clínica de recuperación de adicciones con la esperanza de que regrese a casa sano, pero no fue así.
Su vástago Leonardo, quien tenía 21 años, fue asesinado en la habitación donde pasaba el “mono”. Este es el término con el que las personas con algún tipo de adicción se refieren al síndrome de abstinencia.
El crimen ocurrió el viernes 22 de marzo en la clínica Un paso de fe, situada en la Nueva Prosperina, en el noroeste de Guayaquil.
Julio Adrián Y.G., de 28 años, cumple prisión preventiva como sospechoso.
Para Nolberto, el procesado terminó con la vida de su hijo para escapar aprovechando el tumulto, “pero los internos lo impidieron”, dijo.
Según Nolberto, el propietario de la clínica, Bryan Gabriel T. D., “al ver que su hijo no reaccionaba abrió las puertas para que se fuguen los internos. También Bryan Gabriel T. D. escapó.
De acuerdo con información policial, el funcionario se llevó documentación.
El fiscal César Peña dijo que el sospechoso habría ahorcado a Leonardo con una sábana. El funcionario analiza vincular al caso al dueño, al administrador y a quien manejaba las llaves del lugar. Estas personas están prófugas.
Juan C., uno de los muchachos que estaban en la clínica, relató en su versión que aquel día escuchó que gritaban: “mataron al enmonado”. Cuando se dirigió a la habitación donde estaba Leonardo, vio que el director le daba respiración boca a boca y luego lo llevaron a una oficina con más ventilación, pero no hubo reacción.
Según el testigo, uno de los internos le comentó que el crimen ya estaba planificado. Jonathan R., otro interno de la clínica, indicó que el sospechoso no escapó porque lo encerraron en una habitación hasta que llegue la Policía. (I)