46% de los artículos robados a personas son teléfonos celulares
En todo el país se presenta por mes un promedio de 1.270 denuncias por robo de teléfonos celulares, es decir, unos 42 casos por día.
Durante los primeros 8 meses del presente año, los bienes que en mayor número fueron sustraídos a personas a nivel nacional fueron justamente los celulares.
De 23.174 denuncias de robo a personas, 10.698 correspondieron al robo de móviles, lo que representa el 46%. El dinero en efectivo, billeteras y carteras, relojes y joyas registraron el 31%, 3% y 6%, respectivamente. Otros artículos como mochilas, laptops, tablets y cámaras fotográficas tuvieron el 3% y 2%.
Durante el mismo período de 2012 se registraron 23.738 denuncias de robo a personas, de las cuales 10.172 fueron por robo de celulares, es decir el 43%, de acuerdo con datos proporcionados en un informe del Centro Ecuatoriano de Análisis de Seguridad Integral (Ceasi).
Uno de los casos cuantificados en este informe se dio en julio pasado, cuando Víctor Baque, de 25 años, caminaba por una de las aceras de la ciudadela Brisas del Río, al norte de Guayaquil, y fue sorprendido por 2 individuos armados que se movilizaban en una motocicleta.
Uno de los antisociales se bajó presuroso del vehículo y le apuntó con un revólver a la cabeza, al mismo tiempo que le arrebató el teléfono celular, que en esos instantes era utilizado por el joven.
Las motivaciones de los asaltantes para que los teléfonos celulares sean uno de los principales artículos sustraídos, se dan porque estos objetos pasaron de ser un producto de uso suntuario a un artículo de primera necesidad, según el reporte del Ministerio Coordinador de Seguridad, que señala que evidentemente la delincuencia lo considera una fuente atractiva para obtener dinero fácil y rápido.
Según explicaron funcionarios del Gobierno, la existencia aún de sitios de venta motiva mercados ilícitos, no solo de carácter local, sino internacional, porque cuando la comercialización local encuentra restricciones, la delincuencia recurre a otras plazas endógenas (que se origina por una causa interna).
Las autoridades emprendieron un nuevo plan para contrarrestar los actos delictivos. Los equipos móviles debieron ser reportados a las operadoras para bloquear para siempre los teléfonos robados. En julio de 2012 se informó que más del 50% de los 15 millones de celulares que hay en el país ya estaban registrados.
Aunque los controles se han incrementado, los robos de estos aparatos no cesan. El Ministerio indica que es necesario alcanzar compromisos firmes de las operadoras de telefonía celular, ya que su accionar resulta todavía débil ante este fenómeno, al privilegiar una visión mercantilista que no contribuye a mitigar el problema, sobre todo cuando los equipos sustraídos son, en su mayoría, smartphones.
El informe también revela que la marca Nokia está en el primer puesto con el 35%, Blackberry el 33%, Samsung 16%, Iphone 9%, LG 3%, Sony 2% y Alcatel 2%.
Una de las primeras acciones dirigidas a reducir la comercialización de celulares robados fue la suspención de la línea por las operadoras; posteriormente se realizó un empadronamiento de teléfonos, a lo que se sumó una campaña intensiva contra las cachinerías.
Entre las recomendaciones dadas por los expertos en seguridad constan: establecer un seguro obligatorio para teléfonos, la retribución de los afectados por parte de los delincuentes, la publicación en medios públicos de comunicación de las marcas más robadas, actualización de catastros de lugares donde son comercializados los objetos robados, la realización de campañas nacionales ‘educomunicativas’ para la prevención del delito y sanciones económicas a quienes compren o adquieran equipos robados o de dudosa procedencia.
Danny Riofrío, técnico en reparación de celulares, explicó que todos estos equipos cuentan con un número de serie llamado IMEI, que es único para cada teléfono en el mundo. Si un teléfono es denunciado como robado en una operadora (Claro, Movistar y CNT) en nuestro país, este número es dado de baja para que no pueda ser usado con ningún chip (se lo coloca en la “lista negra de IMEI”).
El problema es que este número de serie se puede cambiar fácilmente en unos segundos, ya que existen infinidades de herramientas y programas, sean pagados o gratuitos, que se los descarga por internet para tal fin. Cuando el IMEI es cambiado, las operadoras reconocen este nuevo IMEI como un nuevo teléfono y a partir de ese momento puede ser usado con normalidad. Lo mismo sucede con un equipo que es ingresado al país ilegalmente, como el IMEI de este equipo no figura en la ‘lista negra’ de las operadoras puede ser usado con normalidad.