Comercio en Internet, bajo escrutinio policial
Mientras caminaba por el Centro Histórico de Quito, Belén A. perdió su teléfono celular tras ser víctima de un asalto, la mañana del pasado 2 de febrero. Un amigo le comentó que podía adquirir un celular usado, pero de última tecnología, a través de Internet. Luego de revisar la página que le recomendaron, Belén compró un celular marca Blackberry, parecido al que le sustrajeron, pero no contaba con algún documento que acredite su propiedad.
Este hecho para la Policía y la Fiscalía es un indicio para presumir que se están comercializando objetos de procedencia ilícita por Internet.
Luego de los operativos realizados desde el pasado diciembre hasta febrero del presente año, en lugares donde se comercializaban objetos presuntamente robados, conocidos como cachinerías, las autoridades de control iniciaron las investigaciones sobre esta nueva modalidad.
Tras varias denuncias realizadas sobre venta de objetos robados en Internet, especialmente en la capital, el fiscal de Delitos Flagrantes de Pichincha, Pablo Santos Basantes, manifestó que durante ese tiempo la Policía junto con la Fiscalía se encuentran recopilando información de las páginas web de Ecuador que comercializan artículos más cotizados.
Preliminarmente se conoce que se comercializan artículos desde celulares hasta vehículos, añadió.
Santos explicó que al estar en una etapa de indagación no puede dar a conocer la identidad de las páginas informáticas implicadas.
Una vez que se investiga y comprueba la información, se procede a los operativos de allanamiento, dijo.
El Fiscal manifestó que continúan los operativos en lugares abiertos como mercados y establecimientos comerciales donde presuntamente se expenden artículos de dudosa procedencia.
El jefe de la Policía Judicial de Pichincha (PJ-P), Víctor Hugo Cartagena, explicó que tanto Fiscalía como la Policía cuentan con técnicos que ingresan a través de softwares especiales para investigar.
Silvio Dávila, jefe de la Brigada de delitos de la Propiedad de la PJ-P, informó que artículos como neumáticos, accesorios de vehículos, celulares y computadoras portátiles son los más cotizados.
El oficial detalló, además, que las personas que denunciaron este hecho, afirmaron que se trata de artículos de “segunda mano” (usados) y no poseen documentos que respalden su garantía ni procedencia.
Según la hipótesis que maneja la Policía, se trata de negocios ilegales que provienen de la delincuencia común. Los infractores delinquen en la calle, pero se asocian con otra persona técnica en el área informática.
Dávila no descartó que comerciantes que laboraban en las cachinerías busquen esta forma de vender y comprar mercadería ilícita en la clandestinidad, quienes pasan la voz de persona a persona.
En la PJ-P se conformó una unidad especializada de delitos informáticos donde se investigan cientos de fraudes en la banca y en Internet.