240 millones de personas consumen droga en el mundo
El descenso en la producción de cocaína en la región andina y las continuas incautaciones de sustancias prohibidas, con Ecuador como ejemplo de ese esfuerzo, no encuentran similar respuesta en los Estados Unidos, donde el consumo de estupefacientes y demás sustancias prohibidas afecta a más de 47 millones de sus habitantes, algo más del 14,9% de su población.
El dato surge de un análisis del último Informe Mundial sobre las Drogas 2013, entregado en días pasados por la Oficina de las Naciones Unidas contra el Delito y el Crimen (Unodc).
El documento examina, en un resumen de 151 páginas, la situación mundial y las tendencias más recientes en los diferentes mercados de drogas, la magnitud del consumo de sustancias ilícitas, así como sus efectos en la salud.
En general, pese a destacarse el esfuerzo de los países por combatir el narcotráfico internacional de drogas, el tráfico interno y el microtráfico de sustancias prohibidas entre sus ciudadanos, la situación del consumo de drogas a escala mundial ha permanecido estable, de acuerdo con la Unodc, cuya investigación hace un corte hasta el 2011.
Consumidores globales
A nivel mundial, según el informe, entre 167 y 315 millones de personas de 15 a 64 años se estima que han utilizado alguna sustancia ilícita, es decir, entre 3,6 y 6,9% de la población adulta. Sin embargo, como referencia promedio, el dato queda en 240 millones de usuarios.
El cannabis (marihuana) sigue siendo la sustancia ilícita más consumida en el mundo. Aunque su uso ha disminuido entre los jóvenes de Europa en la última década, a nivel global se registra un ligero aumento en la prevalencia de consumidores de marihuana, con cerca de 180 millones o 3,9% de la población de 15 a 64 años, en comparación con las estimaciones previas en 2009.
El informe revela números globales, aunque es muy escueto al dar cifras sobre Estados UnidosLa situación es un poco más grave en Estados Unidos, donde aumentaron las superficies de cannabis erradicadas, lo que también podría ser indicio de un incremento de la superficie dedicada a su cultivo, y en Europa, donde la planta suele cultivarse al aire libre en las naciones con condiciones climáticas favorables, como Bélgica y los Países Bajos, donde se da un gran número de plantas cultivadas bajo techo.
En tanto, el uso de otras drogas tradicionales, como la heroína y la cocaína, parece estar disminuyendo en algunas partes del mundo, aunque, al mismo tiempo, el abuso de medicamentos recetados y de otras nuevas sustancias psicoactivas (NSP) es cada vez mayor.
En Europa, revela el documento, el consumo de heroína parece estar disminuyendo, mientras el mercado para ese producto parece estar expandiéndose en América del Sur y las economías emergentes de Asia.
El uso de opiáceos (heroína y opio), por otra parte, se mantiene estable (unos 16 millones de personas, o el 0,4% de la población entre los 15 y 64 años de edad la consumen), aunque se reporta una alta prevalencia del uso de opiáceos desde el sur-oeste y el centro de Asia, Europa Oriental y Sudoriental y Norteamérica.
El control en Sudamérica
La investigación revela, además, que desde 2001 -el año de más alto registro en la historia- la capacidad para la producción potencial de cocaína pura en la región andina ha bajado un 41%, de alrededor de 1.055 toneladas métricas ese año a 620 toneladas métricas en 2012.
Así, según el registro, desde 2011 la producción potencial de cocaína pura bajó de 305 toneladas métricas a 290 toneladas en Perú, de 190 a 175 toneladas en Colombia, y de 190 a 155 toneladas métricas en Bolivia.
Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia destacan por su combate en la lucha contra las drogasEcuador no produce cocaína (registra solo un 0,04% de cultivos de coca, de 51.100 hectáreas existentes en la región), y demuestra, a la vez, gran efectividad en el control antidrogas, con 211 toneladas decomisadas en los últimos 6 años, de las cuales 187.000 kilos fueron de clorhidrato de cocaína.
Este informe se complementa con el de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (Ondcp, por sus siglas en inglés), el cual señala que la reducción en la producción de cocaína pura en la región andina, sumada a los esfuerzos de interdicción, han contribuido a un descenso de la disponibilidad de la coca en ese país.
“Al haber menos cocaína en las calles, EE.UU. también ha registrado un descenso en las muertes por sobredosis, en la detección del uso de cocaína en centros laborales, en la pureza de la droga disponible en el mercado y en las confiscaciones de cocaína en el país. En su conjunto, todos estos factores han contribuido a un declive significativo en el mercado de la cocaína en EE.UU. desde 2006”, dijo la Ondcp.
INCAUTACIONES SON MAYORES VÍA MARÍTIMA
Dadas las grandes cantidades de sustancias lícitas que se mueven a través de los océanos y los continentes cada día, en contenedores e incluso en pequeñas embarcaciones, el tráfico por vía marítima constituye un
problema especialmente espinoso para las autoridades.
Los traficantes recurren de manera creciente a una nueva ruta que discurre hacia el sur pasando por Afganistán, Irán o Pakistán, para salir a través de los puertos de África Oriental y Occidental, que adquieren mayor prominencia en lo que se refiere a las rutas del tráfico por vía marítima.
La experiencia ha demostrado que es muy probable que las incautaciones marítimas sean casi siempre más voluminosas que las practicadas en otros medios de transporte, como la carretera o el ferrocarril. De hecho, aunque las incautaciones marítimas no superan el 11% de todos los casos en todas las categorías de drogas a escala mundial, cada una de ellas fue cerca de 30 veces más grande que las remesas incautadas objeto de tráfico por vía aérea.
GRAN RIESGO EN LOS PRÓXIMOS DIEZ AÑOS
El consumo simultáneo de varias drogas, especialmente la combinación de medicamentos de venta con receta y sustancias ilícitas, sigue causando preocupación a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
Preocupa particularmente el abuso de sedantes y tranquilizantes, y más del 60% de los países comprendidos en el informe clasifica esas sustancias entre los 3 primeros tipos de productos de uso indebido.
El creciente número de nuevas sustancias psicoactivas (NSP) que aparecen en el mercado es de gran importancia para la salud pública, en especial por la falta de investigaciones científicas y el desconocimiento de sus efectos negativos.
Según los primeros datos, las NSP pueden tener consecuencias mortales para sus consumidores, pero que son difíciles de fiscalizar, con productores y “líneas de productos” dinámicos en continua evolución que han hecho su aparición en los últimos diez años.