Gía Naomi Cedeño Acuña, de 9 años, quiere ser policía como su padre, Adolfo Cedeño Avellán, asesinado por sicarios el sábado 4 de junio de 2011 en la vía Perimetral.

La niña recibió este martes 24 de abril el bono de $ 250 para su educación que hace ocho años entrega la Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Policía Nacional para los vástagos de gendarmes fallecidos en actos de servicio.

“Yo quiero ser policía”, responde verbalmente y con gestos Gía, ante la interrogante sobre su futuro.

Katiuska Acuña, madre de Gía, no se muestra sorprendida por la decisión de su hija y muy segura dijo que la apoyará en todo para alcanzar su objetivo de seguir los pasos de su progenitor.

La mujer, de 30 años, agradeció la ayuda de la institución financiera, durante el acto simbólico de entrega del bono a otras 199 viudas, cuyos vástagos están en la escuela o la universidad.

“Este bono es muy importante a la hora de cubrir gastos escolares, los cuales van más allá de comprar libros o cuadernos, porque nos permite resolver otras necesidades, como uniformes y transportación”, dijo Acuña durante la ceremonia, que se realizó en el Cuartel Modelo de Policía, en Guayaquil.

A pocos pasos de Gía, se encontraba Joe, de 18 años, hijo del policía César Chango Díaz, quien perdió la vida cuando custodiaba a un empresario en 2000. El tímido adolescente también quiere ser policía, pero no de la tropa, sino de la oficialidad.

“Mi hijo quiere ser policía. Va a estudiar medicina y luego desea ingresar al curso en la Escuela de Policía Alberto Enríquez Gallo. Yo no quiero, pero tengo que apoyarlo”, expresó su madre, Irene Yosa Alvarado.

La mujer también recibe el mismo bono para su hija Mileyka, de 20 años. Ella está en el quinto semestre de economía agraria en la Universidad Agraria del Ecuador.

Yosa recibe el bono estudiantil desde su implementación en 2000.

Cooperativa tiene 40 años
El suboficial mayor (r) Armando Mazorra Pérez, directivo de la cooperativa policial, recordó que la primera entrega de bonos llegó a 80 hijos de los policías ‘caídos en combate contra el hampa’.

Mazorra sostuvo que la idea de entregar el bono nació como un producto social que busca no desamparar a los hijos y mujeres de los gendarmes que entregaron sus vidas por la sociedad.

“Hace 40 años nacimos como cooperativa de ahorro para servir a nuestros socios”, manifestó.

El directivo de la entidad financiera les recordó a las familias policiales que han perdido a la cabeza del hogar que pueden acercarse a cualquiera de las 27 agencias a nivel nacional a registrarse para recibir el bono. “Somos una entidad de puertas abiertas”.

Viudas agradecen gestión
Dayse Morales, presidenta de la Asociación de viudas de policías de Guayaquil, hizo votos para que este beneficio no desaparezca y cada año sea entregado a los hogares que los policías fallecidos dejaron por combatir al hampa.

“Es muy grato para mí darle las gracias a la cooperativa en nombre de todas las viudas de los policías muertos en el cumplimiento de su trabajo”, expresó.

Judith Jaramillo, vocal del Consejo de Vigilancia de la cooperativa policial, destacó el apoyo constante de la familia policial que les confía sus ahorros. (I)

Detalles
1.500 beneficiados en 2017
La Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Policía Nacional informó que el año pasado entregaron 1.500 bonos en el país, de los cuales 190 fueron para los vástagos de los gendarmes fallecidos en la provincia de Guayas.

8 años lleva la entrega del bono estudiantil por la entidad financiera, que funciona 40 años.

Enfermos reciben bono
Unas 3.000 personas, entre policías y familiares, que padecen enfermedades catastróficas reciben ayuda económica. (I)